Campamento Perso

Caroline

El día pasó rápido, los profesores no eran nada del otro mundo.

-¡Tienes que hacerme los deberes!- gritaba Alex

-No, el único profesor que no nos ha gustado ha sido el de naturales.- respondía Emma.

-Yo no soporto a ninguno.- intervino Lucas.

-¿Ni siquiera al de inglés?- preguntó Alejandro.

-No, solo quiero irme de aquí.

-Mira se que no te hace mucha ilusión lo de estar aquí, pero no lo digas delante de Chiara, porque igual se lo toma demasiado enserio.- dijo Sofie.

Chiara sonrió falsamente.

Eran las dos cuando la "hora de estudio" terminó. Nadie había estudiado, se habían dedicado a hablar todo el tiempo. Noah y Opal estaban sentados en las mesas del comedor esperando a que llegaran todos los campistas. Todos entraron corriendo, sin orden alguno. Esta vez no había huecos libres por ningún lado, por lo que el gran grupo se separó. Lucas, Sebastian y Emma se sentaron en una esquina de una gran mesa, Alex, Olympia, Sofie, Diego y Alejandro en otra mesa cerca de los tres primeros. Los demás tuvieron que sentarse en huecos sueltos que quedaban. Caroline y Aarón se sentaron juntos cerca de la puerta.

-Caro, ¿te encuentras bien? No tienes buena cara.

-He dormido mal.

-¿Por tus compañeras?

-No idiota, porque estaba preocupada por ti. No paraba de tener pesadillas sobre alguien que nos perseguía.

-No es precisamente el primer día de campamento que me esperaba.

-Ni yo- respondió Caroline cortante- No me apetece comer, voy a dar un paseo por la playa y luego voy a ver si duermo un poco. No me molestes, por favor.

-Claro, nos vemos luego en las actividades.

-Si, nos vemos luego- se despidió tajante.

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"Estoy molesta. No quiero que Aarón este mal, le quiero, aunque no se lo haya dicho nunca. Necesito pasear para aclarar que quiero hacer. No quiero quedarme, sé que casi no conozco a mis compañeras, pero tampoco quiero hacerlo. Mi mundo es completamente diferente al suyo. Además se que no nos llevaríamos bien. Pero no quiero dejar a Aarón solo, además se ha hecho daño, quiero saber que se recupera del todo y que está bien. Sé que si me voy, él será infeliz, pero si me quedo la que no será feliz soy yo. Ni siquiera sé por qué quiero irme, simplemente no tengo una buena vibra del sitio. Puede que la tonta sea yo por pensar que Aarón estará triste si me largo."

Caroline iba tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que no estaba sola. De repente, sintió como algo duro le golpeaba la cabeza. Se sintió aturdida, se giró para ver qué había pasado. Otro golpe fuerte, esta vez en el hombro. Le estaban lanzando piedras, pero no podía ver quién. Sintió como si todo diera vueltas a su alrededor. Se cayó al suelo

-Has fallado inútil.- oyó una voz- ¿Cómo puedes tirar una piedra a menos de dos metros de distancia y fallar?

No lograba identificar a la persona. De la nada, sintió que unos brazos fuertes la levantaban firmemente.  Caroline intentó soltarse con todas sus fuerzas, pero una mancha borrosa apareció delante de ella con un pañuelo en la mano. Le acercó el pañuelo tapándole la boca y la nariz con él.

-Duerme niña, deja de incordiar- decía la voz.

Caroline intentó mantenerse despierta, pero no lo logró. Los párpados le pesaban demasiado, estaba cansada y dolorida. Estaba segura de que el golpe de la piedra le había hecho herida, ya que notaba un liquido caer por su mejilla. Sabía que el pañuelo llevaba algún tipo de droga que iba a dejarla dormida. Paró de resistirse y dejó que un sueño profundo se apoderara de ella. No tenía fuerzas suficientes para siquiera moverse.

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Todos habían terminado de comer y decidieron que cada grupo se iría a sus cabañas. Estaban cansados y nos les apetecía hacer nada más que tumbarse. Aarón también salió del comedor.

-¡Eeh! Chicos esperadme voy con vosotros.- dijo para llamar la atención de los chicos.

-Bueno nos vemos luego- se despidió Emma.

-Hasta luego- respondió Lucas.

Cada uno se dirigió a su respectiva cabaña y el rato que tenían libre lo pasaron descansando.