Kara Danvers ya no es la chica que era. Su padre opta a la presidencia y eso quiere decir que es el objetivo de mucha gente. Kara odia tener guardaespaldas y siempre acaba librándose de ellos. Tras un par de ataques hacia sus hijas, Jeremiah Danvers...
Siento mucho el haber tardado tanto, pero con el trabajo y demás se me complicaron un poco las cosas, pero aquí tenéis. Espero que la haya merecido la pena la espera. Ya sabeis. Comentarios, votos, teorías....
Abrí los ojos y sólo vi oscuridad. Me dolía la cabeza y tenía frío. Noté que estaba tumbada en el suelo. Me puse de pie, pero seguía sin ver nada, todo estaba oscuro, a excepción de un pequeño haz de luz que asomaba por debajo de la puerta. Así pude ver que me encontraba en una habitación pequeña, muy pequeña.
Intenté recordar algo, pero lo único que recordaba era la voz de una mujer mientras me inyectaba algo en el cuello. "Tranquila, sólo vas a dormir unas horas"
De pronto escuché pasos que se detuvieron frente a la puerta. Después, el ruido de una llave girando. La puerta se abrió.
-Voz: Por fin despertaste. Empezaba a preocuparme. Pensé que Iris se había pasado con la dosis.
-Kara: ¿Winn? – dije al verle parado en la puerta.
-Winn: ¿Cómo estás?
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-Kara: ¿Qué cómo estoy...? ¡¿Qué me has hecho, dónde me has traído?!
-Winn: Cálmate...
-Kara: ¡¿Qué me calme?! ¡Me has secuestrado! Pero Lena me encontrará.
-Winn: Sí, bueno... No creo que le resulte tan fácil. No estamos en mi casa, por si no lo habías notado.
-Kara: ¿Dónde estamos?
-Winn: No voy a decírtelo. En fin... Si ya estás más tranquila... ¿Podemos hablar ahora?
-Kara: No tengo nada que hablar contigo.
-Winn: Está bien... Como quieras. – dijo, girándose para marcharse y volviéndose de nuevo hacia mí – Por cierto, perdona por hacerte dormir en el suelo. Intentaré traerte un colchón y unas mantas. Iris te traerá algo de desayunar en un rato.
-Kara: ¿Qué hora es...?
-Winn: Las seis de la mañana.
-Kara: ¡¿QUÉ?!
-Winn: Lo siento, pensé que despertarías antes. Volveré cuando estés dispuesta a hablar. – dijo saliendo y cerrando.
De nuevo me quedé a oscuras. Me acerqué a la pared y me senté en el suelo, pegando mis piernas a mi cuerpo y abrazándolas. Empecé a pensar en Lexie, en Lena... Entonces empecé a recordar lo que había ocurrido.
