Kara Danvers ya no es la chica que era. Su padre opta a la presidencia y eso quiere decir que es el objetivo de mucha gente. Kara odia tener guardaespaldas y siempre acaba librándose de ellos. Tras un par de ataques hacia sus hijas, Jeremiah Danvers...
AL final la inspiración llegó y me dio no sólo para uno, sino para dos capítulos que he querido dejaros, como premio por vuestra paciencia. Espero que el próximo no tarde tanto, pero ya sabeis que teneis que hacer para eso, ¿verdad? comentarios, votos, ideas, teorías....
Cuando Cat estuvo lista, cogí mi cámara y salimos hacia la playa. Sarah conducía. Le pedí que parase un momento en el centro comercial, donde compramos algunas cosas. Algo para comer y beber, una nevera para que las bebidas no se enfriaran, unas toallas, una sombrilla... Todo lo necesario para un día de playa. Como desde que llegué a National City, no habíamos salido de esa casa, no tenía nada de eso. También compré algunos juguetes para Lexie y un par de bañadores, ya que Lexie no tenía ninguno. Además de un par de cosas para Lena. Luego mandé un mensaje a Nia para que fuera esa noche a cenar con nosotras.
Luego guié a Sarah. Cuando llegamos, Cat y Sarah bajaron primero del coche. Mi madre cogió a Lexie y yo saqué algo de una de las bolsas.
-Kara: Espera... - le dije a Lena antes de que saliera del coche – Ponte esto.
-Lena: ¿Qué es?
-Kara: Son unas zapatillas para andar por la playa. Sé que no te gusta que la arena se te meta en los zapatos. Pero quema mucho para ir descalza. Con esto, no se te llenarán de arena.
-Lena: Son azules... Como tus ojos.
-Kara: Sí.
-Lena: Gracias... - dijo besándome. – Te las pagaré.
-Kara: No. Son un regalo.
-Lena: No es mi cumpleaños.- dijo mientras se ponía las zapatillas.
-Kara: No es necesario que sea tu cumpleaños para que la gente te haga un regalo cuando quieran hacerlo.
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-Lena: ¿Yo puedo hacerte regalos... Sin que sea tu cumpleaños?
-Kara: Claro.
-Sarah: Hablando de cumpleaños. No sé si lo sabes, pero el de Lena es la próxima semana. El veinticuatro.
-Kara: Gracias por la información. – dije sonriéndola. - ¿Lista? Vamos, es por aquí – dije, cogiendo la bolsa con las toallas y demás, mientras Sarah cogía la nevera y la sombrilla y mi madre la comida y mi mochila con la cámara. Lena llevaba a Lexie y sus juguetes.
Bajamos a una pequeña playita escondida entre unas rocas, donde no había nadie. Estaríamos completamente solas. El acceso era fácil, pero estaba escondido y poca gente sabía cómo llegar. Yo lo había descubierto por casualidad un par de años antes cuando fui a hacer unas fotos por la zona con Nia.
