Kara Danvers ya no es la chica que era. Su padre opta a la presidencia y eso quiere decir que es el objetivo de mucha gente. Kara odia tener guardaespaldas y siempre acaba librándose de ellos. Tras un par de ataques hacia sus hijas, Jeremiah Danvers...
Aquí teneis. Siento el retraso. Es que últimamente la inspiración me tiene abandonada. Pero para compensar, este es un poquito más largo de lo normal. Espero que os guste. Ahora necesito muchos comentarios y votitos para motivarme para el siguiente.
"Más vale que sea importante, lagartija, o te cortaré el rabo."
LENA
30 de Diciembre de 2019
Kara llevaba tres días en casa. Los dos días anteriores los había pasado jugando con Lexie, enseñándole canciones de navidad y recibiendo las visitas de sus madres y de Nia.
Kara le había pedido a la señora Danvers que hablase con el señor Danvers para decirle que ya estaba en casa y que quería verle. Pero al parecer, él no quería verla a ella. Ni siquiera había informado a los medios del secuestro de su hija. Algo que, en parte, nos vino bien. Eso impidió que recibiéramos decenas de llamadas con pistas falsas diciendo que habían visto a Kara en un sitio o en otro, sólo para conseguir sus cinco minutos de fama ante las cámaras de televisión, como solía pasar en estos casos.
Pero a Kara no le pareció tan bueno. Ella sabía que nunca había sido la preferida de su padre, pero saber que no le importaba nada, que ni siquiera ofreció ayuda para buscarla... Eso la dejó hecha polvo. Kara si quería a su padre, a pesar de todo.
Después del rescate decidí dar unos días libres a todo el equipo para que pudieran hacer lo que quisieran. Brainy y Vásquez se fueron a ver a sus familias, igual que Barry.
Oliver decidió invitar a Felicity a pasar unos días con él en una cabaña en la montaña.
Sam y Sarah, se quedaron, ya que Alex y Nia no querían separarse de Kara.
Aunque por el día Kara estaba bien, las noches eran horribles. Se despertaba gritando y temblando, con fuertes pesadillas. Yo intentaba ayudarla como podía, abrazándola y hablándole.
Krypto, que mientras buscábamos a Kara se había quedado con Nia, ya que se ofreció a cuidarle para que no estuviera solo, no se separaba de Kara ni un segundo. La seguía incluso cuando iba al baño. Y por las noches, cuando Kara se despertaba gritando, se subía a la cama y empezaba a lamer su mano intentando tranquilizarla.
Kara dijo que quería celebrar el año nuevo con sus madres, su hermana, Nia, Sarah, Sam, Lexie y yo. Parecía contenta haciendo los preparativos. Esa tarde Nia y Alex la estaban ayudando a decidir lo que harían para cenar. Estaban las tres en la cocina decidiendo lo que había que ir a comprar y demás. Sarah y Sam se quedaron conmigo y con Lexie en el salón. Lexie jugaba con sus dinosaurios en el suelo.
En ese momento, llamaron a la puerta y Sarah fue a abrir. Volvió poco después con una enorme caja.
-Sarah: ¿Se puede saber qué has pedido? Esta caja pesa una tonelada y hay otras dos iguales en la puerta. El repartidor venía con la lengua fuera. Sam, tienes que ayudarme a meter las otras dos.
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