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<<Seguir adelante cuando otros se van quedando en el camino es ley de vida, pero también es muy duro>>
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Tras el ritual, los gobblins y el mago, ahora sangre pura, volvieron al despacho de Ironclaw. Tras sentarse, Fireclaw convocó un cofre, que abrió ante Severus, dejando ver el anillo Prince. El pocionista lo tomó y se lo puso en su dedo anular, el anillo rápidamente se adaptó a su dedo, calentándose por unos segundos para darle la bienvenida. El ojinegro sintió una corriente de magia que lo hizo sentir querido, amado, pero sobretodo se sintió en casa. Sin poder evitarlo, su mente se desplazó a esa mañana, cuando se despertó con Harry abrazado a él, de alguna manera también se había sentido en casa.
— ¿Sabes que puedes cambiar tu nombre? — preguntó Ironclaw, aunque el pocionista tuvo la impresión de que fue más una sugerencia que una pregunta.
— Ni siquiera lo había pensado, aunque por supuesto me encantaría poder deshacerme de su nombre y apellido. Aunque, por supuesto, me gustaría conservar el nombre que mi madre eligió para mí — confesó con sinceridad, se sentía bien renunciar a su sangre muggle sin que te acusasen de ser un mortífago.
— Concuerdo contigo, joven Lord. El nombre de un hombre con honor como tú, no debe ser ensuciado por alguien que nunca lo mereció — asintió en su dirección, Fireclaw.
— Habla como si lo hubiera conocido — dijo el ojinegro, mirándolo con ojos sospechosos.
— Su abuelo y yo éramos cercanos. Sufría mucho por tu madre y por ti, y esperó sin perder la esperanza, hasta la muerte de tu madre, de que ella volviese a casa contigo. Por aquel entonces él ya estaba enfermo, y la muerte de tu madre lo agravó. Quería acercarse a ti cuando terminases Hogwarts, pero ya estaba demasiado débil y no pudo aguantar hasta que tú te graduaste — confesó el gobblin mayor, suavizando sus siempre fuertes facciones.
— Ojalá me hubiera sacado de esa casa — deseó Severus, avergonzándose al instante de haberlo dicho en voz alta.
— Tú no pudiste ser salvado, pero ahora estás salvando a un niño como el que tú fuiste — le recordó Fireclaw a modo de consuelo.
El pocionista no tenía nada que decir a eso. En realidad, una parte de él sintió, que de alguna manera, salvando a Harry salvaba a dos Severus, el niño abusado y el adulto roto.
— Por ahora seguiré con mi nombre, pero espero poder cambiarlo en unos meses — les dijo el Slytherin, con su cabeza ya en planes de futuro.
— Así se hará — asintió Ironclaw, inclinando la cabeza en señal de respeto.
— Tengo una pregunta sobre el vínculo. ¿Podría interferir con una adopción? — preguntó Severus, eso era algo que lo había tenido muy preocupado desde que leyó los resultados de su prueba de herencia.
— ¿Está pensando en adoptar al heredero Potter? — le devolvió la pregunta Fireclaw, claramente complacido por la idea.
— Sí, ya lo he hablado con él y está de acuerdo — asintió el ojinegro sin dar más detalles.
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Escondido tras la puerta
FanfictionHarry escucha, a escondidas, una conversación entre Dumbledore y Snape. Esa conversación le hace entender el odio que parece profesarle su temido profesor de Pociones.