Capítulo 18 Confesiones

372 33 11
                                    

Todo había sido una pesadilla, y ese era el primer aviso, no iba a esperar otro para contarle a jisoo la verdad y esta tarde iba a hacerlo, le explique del porque reaccioné así cuando me desperté, pero obvio no todo solo la de su muerte y mi suicidio, eso debía dejarlo para la después de nuestra comida, le dije que se bañará y que haría lo mismo con mina y yo igual, que comeríamos en nuestra casa, que le hablará a mark y yo le hablaría a bambam, yo le hablaría a nayeon para que salga temprano de la oficina y tuviéramos nuestra primera reunión familiar, ella aceptó y le hablé a mina pues andaba en el jardín con dalgomie jugando.

¿Entonces tendremos nuestra primer comida familiar? –jisoo se acercó me tomó del cuello y me miraba con sus ojitos llenos de amor, y yo estaba algo nerviosa, y ella lo notó- Jajaja es broma lili, amo verte nerviosa –me jaló más hacia a ella y me besó, era un beso, lindo y tierno, lleno de amor, me fui haciendo hacia adelante y la recosté en el sillón de la sala, estaba metiendo mi mano en su blusa y entonces una vocecita nos interrumpió-

¡Qué asco...! ¿Otra vez se están comiendo la boca? –Mina decía esto con su cabecita de lado- ¿Lisa... porque tu lengua estaba jugando con la jichu? ¡Así...! –con los dedos de sus manitas trataba de simular lo que había visto, y eso hizo que jisoo se sonrojara y se tapó la cara con sus manos-

Amm... mimi, mira lo que pasa es que cuando uno se besa con alguien... - me interrumpió-

¿Besar lisa? ¡Ese no es un beso, se estaban comiendo la boca, otra vez..! No debes besar a jisoo, eso no es correcto lisa, primero debes de hablar con sus papás y pedirle permiso para que sea tu novia, eso hace una verdadera mujer, ya vámonos y respeta a mi unnie, unnie tú también date a respetar –diciendo esto se dirigió hacia la puerta meneando su cabeza en negación- Y de castigo me llevo a dalgomie conmigo, apúrate lisa ya me quiero bañar -regresé a ver a jisoo y nos empezamos a carcajear-

¡Ya voy dame un segundo! –Quería pararme pero como tenía mi mano dentro de la blusa de jisoo no sabía cómo hacerlo y jisoo se dio cuenta de ello-

Mina, mi amor, si te vas a llevar a dalgom ve por sus galletas, ¿no pensabas irte sin ellas verdad? –Los ojitos de mina se abrieron en grande por haberse olvidado de las galletas-

¡No unnie, no me he olvidado pero voy por ellas! –se fue corriendo a la cocina por las galletas que estaban guardadas en la bodega, así que aproveché para sacar mi mano y darle un beso a jisoo, antes de separarnos mordí su labio inferior y ella se sonrojó-

Lisa... ya ponte de pie y dejemos esto para en la noche, ¿quieres que llevemos algo? –me sonrió pícaramente y sabía que me iba a salir con una burrada- ¡Lisa... no empieces eh!

Jajaja ay amor solo te iba a decir de broma que llevaras condones, porque se quedaron en tu cuarto, pero mejor venimos por ellos al rato –me miro y se le dibujó esa sonrisa que tanto amo y supongo que yo estaba roja de la pena- Amo cuando te sonrojas, tus cachetitos se ven súper lindos, te amo –me dio un corto beso y agarro a mina de la mano y se llevó a dalgom cargando-

Cuando lisa se fue con nuestros bebés me acosté en el sillón y comencé a suspirar y a sonreír como tonta, aun no podía creer que lisa y yo estemos juntas, y lo de su pesadilla me llenaba mucho de miedo, y tenía una gran curiosidad por saber su gran secreto, espero y no vaya a salir con que es casada, porque se lo cortó, le marqué a sana banana para decirle que si nos veríamos hoy para la reunión, me puse a platicar un rato con ella, y después me metí a bañar estaba muy nerviosa, porque hoy le vamos a decir a nayeon y a mina que estamos en una relación y no sé como vayan a reaccionar ellas. 

Me subí a bañar y cuando salí mark ya estaba en su cuarto le comenté lo de la comida con las Manoban y él saltaba de alegría, se puso súper feliz porque lisa y yo ya íbamos a decirle a sus hermanas de nuestro noviazgo así que está nerviosa al mil, el me hizo probarme cientos de cosas para verme bien, con mi futura familia, hasta que por fin decido que me veía bien con un traje blanco, un poco arriba de las rodillas, el decía que me veía perfecta y si él lo dice, le creo.

Coincidencias del Destino (LISOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora