Capitulo 17 Concierto

236 28 18
                                    

No podía creer que estuviera haciendo aquella locura, pero a decir verdad no le pesaba en lo absoluto. Por el contrario, era algo que jamás se imaginó hacer. Bajó la ventanilla del coche, el aire era fresco y relajante, la gente en la calle era poca, no cabía duda de que apenas hacia un día había sido navidad pues la decoración en las casas aún se mantenía fresca esperando recibir el nuevo año.

—Pare, creo que es aquí cerca —dijo Mina al chofer— seguiré caminando, espéreme aquí por favor —dijo antes de colocarse su abrigo café, su gorro tejido en color negro y sus gafas obscuras para evitar ser reconocida, lo último que deseaba era llamar la atención antes de tiempo— Bien creo que es aquí —miró el papel que tenía en sus manos y después la casa frente a ella, caminó hasta la entrada y toco el timbre.

—¡Van! —gritó desde la cocina donde se encontraba terminando de recoger. Estando en esa casa se sentía como una joven ama de casa, siempre le había parecido así. Sonrió al abrir pensando que sería su padre y Yaten, pero su sorpresa fue mayor al ver a Mina ahí.

—Serena —la nombro con apenas un hilo de voz, aun con sus gafas puestas las cuales cubrían la mayor parte de sus expresiones.

—¿Qué haces aquí Mina? —preguntó preocupada haciéndose a un lado— disculpa, pasa por favor

Mina negó, llevándose la mano a su boca como si quisiera ahogar sus palabras— Lamento venir sin avisarte, espero no te molestes que haya conseguido la dirección de tus padres, es solo que... —un suspiró ahogado que parecía cortarle la garganta la detuvo— Serena... —la abrazó como si abrazara a una amiga— Es Seiya, él...

—¿Qué ocurre? Seiya ¿Qué le paso? —se sorprendió por su abrazo, pero aún más se preocupó al escuchar lo último.

—Él está mal... —la abrazó más efusivamente al decir eso con la angustia en sus palabras— sé que estas molesta con él, pero por favor solo tú puedes ayudarlo a que se recupere. Si no reacciona yo... —se separó de ella— Te lo suplico Serena...

—¿Qué le paso? ¿de que estas hablando Mina? ¿Cómo que si no reacciona? —preguntó separándose más de ella, estaba asustada, temiendo lo peor.

—Un accidente —murmuró con angustia— Serena, sé que lo amas. Por favor ve con él, tal vez si él te escucha, si siente tu presencia él logre volver en sí y recuperarse —tomo su mano— No hay tiempo

—Pero... ¿Cuándo fue? no entiendo, en noche buena recibí un mensaje de él. Mina si esto es una broma es muy pesada —dijo asustada de que todo aquello fuera verdad, ¿Qué pasaría si no volvía a escuchar su voz? estaba aterrada de pensar siquiera no volver a verlo.

—No estoy bromeando Serena. Él está mal y sé que te necesita —aseguró— por favor, te lo ruego fue ayer por la tarde. Quedamos de vernos y jamás llego hasta que me avisaron. No quería dejarlo solo, pero necesitaba decírtelo, debo regresar ¿Vendrás conmigo?

Bajó la mirada, estaba preocupada. El temor comenzó a invadir su cuerpo— ¿Dónde está? —murmuró.

—En la ciudad por supuesto —giró sutilmente dando un paso— Vamos...

—Si... —reacciono cuando vio que se iba, solo se acercó a tomar una chaqueta y colocársela— vamos Mina ¿de verdad esta tan grave?

—Solo puedo decirte que jamás en la vida imagine que lo vería así y no puedo soportarlo —murmuró caminando hacia el auto— Me prestaron unos de los choferes de la disquera, fueron muy amables al no dejarme venir sola

—Vamos, llévame a donde esta —dijo aún más preocupada, esperando que no fuera demasiado tarde para decirle cuando lo amaba ella también.

Al llegar al auto Mina abrió la puerta indicándole que entrará— Yo iré en el otro auto, aun debo ir a buscar a mis tíos, esta algo retirada la ciudad, pero sé que si tu estas acompañándolo no se sentirá solo. Serena, cuida de él hasta que vuelva

Estrellas y Una ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora