𝐈𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚𝐝𝐨 𝐃𝐞 𝐀𝐧̃𝐨 𝐍𝐮𝐞𝐯𝐨

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𝟑𝟎 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝟏𝟗𝟖𝟔

Frente al balcón una tarde de Domingo, vestido con una cómoda bata roja, con su mirada al cielo y bebiendo de una copa llena de champagne, la mente de Prince no paraba trabajar, habían pasado al menos dos meses desde aquel terrible día de fiesta y...

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Frente al balcón una tarde de Domingo, vestido con una cómoda bata roja, con su mirada al cielo y bebiendo de una copa llena de champagne, la mente de Prince no paraba trabajar, habían pasado al menos dos meses desde aquel terrible día de fiesta y el recuerdo que Rick regreso a su cabeza no dejaba de aturdirlo.

Con que ganas se quedó de decirle al entonces desconcertado rizado de Jackson «No es la prensa la que me preocupa, si no, lo que diré yo mismo sobre esto».

Así es, mintió. ¿Por qué? Porque él si recordaba con detalle lo que esa noche de alcohol había acontecido, lo peor de todo es que su mente continuaba confusa y no paraba de debatir, un simple beso nunca le había causado tanto conflicto en su vida, pero... «Era Michael Jackson».

Sacudió su cabeza apenas el comentario voló por su mente «¿Pero qué mierda estoy diciendo? Sueno como una fanática deseosa» Esto por supuesto no le había dado ningún tipo de sentimiento... Pensaba en lo extraño que sería y en lo tonto que sonaría decir que su beso con Michael Jackson fue placentero, simplemente le parecía absurdo... pero el simplemente recordar el dulce sabor de sus labios y el aliento cálido olor a alcohol que Jackson desprendió esa noche le hacía enrrojecer sus mejillas y volver de nuevo al principio.

Se alejó del balcón y camino hacía el interior de su cuarto dando un pequeño trago a su bebida, volviendo a pensar. «Debo aclarar mi mente, debo desmentir lo que creí sentir» La última propuesta del contrario parecía favorable, intentar una amistad, era algo que sin duda nunca pensó que llegaría a pasar pero, debía acceder, pues ahora no era el odiar a Michael Jackson por querer superarlo, sino, odiar a Michael Jackson por corromper aún más la mente del Príncipe Púrpura.

Se dejó caer boca arriba sobre su gran cama de seda blanca, soltando un profundo suspiro mientras que su mirada daba hacia el techo en un intento por despejar su mente... Pero fue en vano, está volvió a hacer de las suyas soltando una propuesta inesperada «Debo volver a verlo».

Lo pensó por un par de segundos, sonaba arriesgado... Y con mayor razón debía hacerlo, al fin y al cabo se encuentra a un día de acabar el año, no tenía nada que perder, podría empezar 1987 triunfador, o quizás con alguna decepción, pero si de algo estaba seguro, es que quería descubrirlo y quitarse un gran dolor de cabeza de una vez por todas.

Comenzó a cerrar sus ojos finalmente relajado por haber tomado su decisión, hasta quedar profundamente dormido sobre las cálidas sábanas, con un fresco sabor a champagne en su lengua y sintiendo la leve brisa entrar desde la ventana de su balcón.

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A la mañana siguiente, los rayos de sol comenzaron a entrar por entre las cortinas del cuarto de Jackson, este se encontraba cómodamente hundido sobre las muchas sábanas de la cama, las cuales hacían que hubiera menos probabilidades de que el americano despertara. No fue hasta que alguien desprevenidamente abrió las puertas del cuarto para comenzar a separar las cortinas dejando entrar la fuerte luz, comenzando a pegar en el rostro de Michael, lo cual hizo que comenzará a despertar poco a poco a la par de unos quejidos.

—¡Vamos, vamos! ¡Arriba! ¡Hoy es año nuevo hermanito!— Exclamó su hermana menor Janet de tan solo 21 años, mientras que daba unos aplausos al aire.

Por otra parte, este solamente se sentó a la orilla de su cama mientras que tallaba sus ojos a la par de un largo bostezo, la verdad es que no había dormido tanto desde que "Bad" su nuevo álbum, había salido a las emisoras así que por lo tanto las entrevistas, premiaciones, sesiones de fotos y demás lo habían tenido más que cansado, pero hoy por ser año nuevo quería disfrutarlo al máximo, como premio por sus esfuerzos.

—Cambiate y baja, te espero en la cocina para platicar sobre los planes de esta noche— Dijo está a la par de una sonrisa, la cual apenas le fue devuelta por su hermano, salió corriendo del cuarto para dejar a este vestirse.

Y así lo hizo, se estiró un poco antes de levantarse y camino hacía el baño, en dónde luego de unos segundos y como si se tratara de una graciosa escena de película, entro con una cara de zombie para luego salir con una sonrisa radiante.

Bajo las escaleras hasta la cocina, en dónde miro a Janet cómodamente sentada en el comedor dando un par de tragos a una taza con café, se sentó frente a ella y tomo otra taza que al frente esperaba, dandole un pequeño sorbo.

—Buenos días dormilón—

—Buenos días Janet— Respondió este a la par de una pequeña sonrisa mientras que reposaba nuevamente la taza sobre la mesa —Entonces ¿Cuáles son tus planes?—

Está inmediatamente alzó su mirada y dejando fuertemente su café sobre la blanca mesa, se estiró para poder llegar hasta Michael recostando ambos codos sobre está —¡Tengo unos planes geniales! Ayer reservé junto a algunos amigos y uno que otro de nuestros hermanos una noche completa en Canlis, un famoso restaurante con una vista y comida impresionantes! Te encantará— Dijo totalmente entusiasmada.

—Wow... ¿Pero que ese restaurante no es muy caro?— Preguntó el rizado con una sonrisa un tanto nerviosa y un par de pases de su mano por su nuca.

—No te preocupes Peter, yo me encargaré de eso, solo quiero que mis hermanos la pasen bien, sobre todo tú— Se acercó a este y acaricio su cabello con ternura poniéndose de pie a un lado —Se lo difícil que fue este año para ti, es lo menos que puedo hacer—

Michael sonrió para seguidamente levantarse clavando un sincero y dulce abrazo —Gracias Campanita, eres la mejor— Rió.

Está hizo lo mismo mientras que correspondía a su abrazo —Lo sé nene, lo sé— Se separó y lo tomo de ambos hombros —Bueno, aún tenemos hasta las 6 por si vas a arreglarte, comprar regalos o invitar más gente, sin pena, vamos— Regreso a su asiento para tomar su bolso y colgarlo en su hombro —Yo iré a casa a avisar a los demás ¿Bien?

—Vale, vale, nos vemos después Janet— Sonrió mientras que sacudía su mano como despedida.

Está hizo lo mismo mientras que daba la vuelta hacia la salida de la mansión, apenas salió, Michael soltó un leve suspiro para luego dar la vuelta caminando rápidamente hacia su cuarto, en cuanto llegó, se dejó caer boca abajo sobre la cama, solamente estirando su brazo para tomar el teléfono sobre su pequeña mesa de noche de brillantes arreglos dorados, poso el aparato sobre su oído y antes de marcar un número se quedó pensativo... «¿A quién debería llamar».

Bajo su mirada y relamió sus labios, para luego finalmente marcar un número decididamente, espero a que esa persona respondiera, hasta que por fin sucedió, tragó saliva y sonrió nervioso.

—¿Prince?—

Pregunto a su invitado de año nuevo.

𝙺𝚒𝚜𝚜 | Prichael |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora