• Día 9 •

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"Me estás observando"

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"Me estás observando"

Patinaje sobre hielo


* * * *


Sus piernas temblorosas detuvieron el ritmo que llevaba a través de la pista.

Pese a que sus músculos estuvieran más que acostumbrados al esfuerzo físico, sobreexigirse siempre le dejaba como un trozo de gelatina temblando hasta que pudiera calmarse otra vez.

—Me estás observando —soltó de repente, hacia ningún lado en particular, y con la respiración agitada—. Que yo sepa, esto solo es un entrenamiento.

Escuchó un pequeño estrépito al otro lado de la pista de hielo sobre la que se encontraba practicando. Era el Centro Deportivo de Tokio Kishi —y Sakusa Kiyoomi se había esforzado por conseguir media hora durante las tardes antes del anochecer para adueñarse por completo de aquella capa de hielo que ya era como un segundo hogar.

El sudor recorría cada hueco de su cuerpo en los que la camiseta negra y las calzas no se unían como si fuera una segunda piel. Apretaba cada línea de su silueta, la cual trabajaba hace años para que se viera tan larga y esbelta; perfecta para lucir los leotardos brillantes y lista para resistir los saltos más arriesgados en el patinaje artístico.

Sakusa Kiyoomi tenía veinte años, y era la joven promesa a calificar para los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín dentro de un año medio.

Había sido demasiado joven para los de PyeongChang en 2018 —o eso dijeron para no permitirle calificar—, y aquello le frustró como ninguna otra cosa en su carrera como patinador profesional desde que tenía quince años.

Pero ahora se sentía más que listo. Estaba en su mejor forma y época, y dentro de pocos meses comenzarían las eliminatorias para llegar a China, con sus patines y todo el espíritu lleno de energías para ganar.

Y llevarse a casa la gloria de una medalla dorada. Como lo hizo antes su madre, y antes de ella lo hizo su abuela.

Kiyoomi no planeaba permitir que el legado de su familia se perdiera con la historia. Por eso entrenaba día y noche, y pulía cada salto y pirueta que pudiera conseguirle el campeonato.

Salchow. Lutz. Toe loop. Axel. Y el flip cuádruple, el cual era su marca personal en cada rutina de patinaje que ofrecía en competencias oficiales.

También practicaba sin descanso su giro de Biellmann, aquel que le desacreditaron en un principio aludiendo a ser una pirueta digna de mujeres —que un joven hombre que rebasaba el metro noventa jamás podría hacerlo.

Sin embargo, Sakusa allí estaba, demostrando todo aquello en lo que varios no le tuvieron fe; giraba y giraba sobre la pista con la velocidad de un trompo nuevo, hasta que su columna y su cadera suplicaban clemencia, hasta que ya no podía respirar sin sentir que el aire frío de la pista le abrasaba todos los órganos por dentro, hasta que sus ojos dolían tanto que comenzaba a ver estrellas borrosas.

SakuAtsu Fluff Week 2021 - [HAIKYUU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora