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|Minhyuk|

Minhyuk no tenía el más mínimo respeto por el espacio personal.

No era su culpa, él venía de una familia en la que los afectos tanto físicos como emocionales abundaban en cada una de sus relaciones afectivas; los miembros tenían muy en cuenta esto, los seis estaban acostumbrados a tener las piernas de Minhyuk alrededor de ellos formando una especie de nudo humano mientras veían algo en la televisión o que de la nada llegase atacándolos con besos en las mejillas, brazos y cualquier otra parte del cuerpo.

Nadie se sentía incómodo y todos aceptaban con gusto el amor que el tercer mayor del grupo disfrutaba dar. Aunque algunos recibían más que otros.

Minhyuk se excusaba diciendo que era porque el maknae del grupo era una persona muy seria y algo de su brillo habría que contagiarle antes de que expandiera su seriedad en todos y terminen cambiando su nombre a los Misteriosos X o algo parecido; otras veces decía que al ser el más joven, aunque no lo pareciera, se merecía más mimos de su parte porque tenía un hermano menor de la edad del chico y de alguna forma le recordaba a él. Era una retorcida comparación si tomaba en cuenta que cada noche, antes de dormir y cuando se aseguraba de que Changkyun ya estaba dormido, se levantaba de su cama para observarlo y admirar su belleza sin ningún escrúpulo justo como lo hacía esta noche.

El día en el que eligieron a sus compañeros de habitación, recordaba Minhyuk, le había rezado a todos los dioses habidos y por haber para que no le tocara con el raro y misterioso Changkyun, no era que no tuvieran una buena relación, pero de los cinco miembros restantes era con el que menos tenía cosas en común, es más, eran todo lo contrario. Si Minhyuk era el sol andante en el mundo humano, Changkyun era la luna en una noche nublada; el mayor bebía café con dos cucharas de azúcar durante las tardes, mientras que el contrario prefería el té; él amaba las cosas dulces y el otro se decidía siempre por lo salado; así podría seguir enumerando cosas en las que no coincidían, incluso podía contar con los dedos de una sola mano lo que tenían en común: ambos son de Monsta X, su amor por Jooheon, son coreanos... Y hasta ahí.

La primera noche en realidad todo fue incómodo, Minhyuk no sabía que hacer en el silencio inundado que comenzaba a ahogarlo cuando las puertas se cerraron y las luces se apagaron, pasaron cinco insoportables minutos cuando decidió que la mejor idea sería voltearse y dormirse de una vez, pero algo lo interrumpió.

—Hyung —escuchó la voz rasposa y profunda que en el silencio de la noche se escuchaba aún más hermosa— ¿Estás dormido?

Minhyuk dudó en si responderle o no, hasta que la curiosidad lo atrapó.

—No.

Hubo silencio por un par de minutos, el mayor incluso pensó que Changkyun se había dormido, pero pronto supo que no era así.

—Sé que yo era la última persona con la que querías compartir habitación.

—Chang...

—No es necesario negarlo, lo sé —interrumpió y Minhyuk se sintió terrible por no haber podido ocultar sus sentimientos— sé que no tenemos la mejor relación y que te sientes incómodo cuando estamos solos, si quieres mañana podemos pedirle a los demás un nuevo cambio, no me molestaría compartir con Jooheon o Kihyun.

Hyuk no sabía qué hacer, tenía muy en cuenta lo directo que Changkyun solía ser cuando la situación lo ameritaba, pero al mismo tiempo era alguien que guardaba sus sentimientos, así que no esperaba aquello con lo que lo atacó y eso hizo que el mayor se sintiera como la peor persona del mundo. Quería mucho a Changkyun, era imposible no crecer un cariño por una persona con la que convivías las veinticuatro horas del día durante toda la semana, pero en realidad nunca se había puesto a pensar en lo poco que lo conocía y en el poco interés que alguna vez tuvo por él y en lo que a su vida privada respecta. Tal vez por eso no tenía idea de qué hablar con él y tal vez estar en blanco era una oportunidad con la que podrían tener conversaciones interminables.

—¿Y si mejor utilizamos esto para conocernos más? —susurró— a lo mejor terminamos como los mejores amigos, ¿te parece?

A la última pregunta se giró hacia el menor y no se esperaba verlo sentado mientras lo observaba con una pequeña sonrisa que le hacía resaltar el hoyuelo de su mejilla, Changkyunie es muy tierno, pensó.

Y no se equivocó, se volvieron cercanos, demasiado.

Pronto, Minhyuk descubrió que el aura misteriosa de Changkyun era su mayor encanto; se dio cuenta de que no era raro, sino inteligente, porque podría hablar con él sobre cualquier tema y este enseguida se encargaba de alimentar la conversación con datos interesantes sobre el mismo; aquel cielo nublado que lo rodeaba no era una oscuridad que lo entristecían, en cambio, era su calma cuando el sol de su persona se cansaba de brillar; Kyun era quien lo escuchaba cuando los demás le pedían que callara y quien le sonreía cuando tenía sus pequeños momentos de melancolía. Pronto, Minhyuk se dio cuenta de que estaba enamorado, enamorado de Changkyun.

Con un suspiro pesado cambió el peso de su cabeza hacia su mano izquierda dado que la derecha ya se le había dormido, no sabía qué hora era, solo sabía que era el único despierto en la casa y no le importaba el hecho de que a la mañana siguiente amanecería como un espantoso zombie ni que tendría que usar kilos de maquillaje para ocultar sus ojeras durante la sesión fotográfica; él solo quería seguir observando las bonitas y delicadas facciones de su menor, la manera en la que su pecho subía y bajaba acorde a su calmada respiración y sus labios entreabiertos que soltaban tiernos sonidos durante su exhalación. Se quedó de esa manera unos minutos más antes de decidir levantarse y por fin irse a dormir, pero el gesto fruncido que de repente adoptó el dueño de la cama le hizo volver sobre sus pasos, se quedó observando la manera tierna en la que arrugaba la nariz y movía la cabeza en pequeños espasmos para darle a entender que estaba teniendo una pesadilla.

Levantó una de sus manos para alcanzar el rostro del menor y regalarle una caricia que poco a poco fue relajando su expresión, pero no se esperó que también abriera los ojos. Claro, Changkyun era de sueño ligero y su tacto lo había sacado de su ensoñación.

—¿Min? —preguntó con los ojos entrecerrados y el aludido solo pudo soltar una pequeña sonrisa mientras acariciaba los cabellos negros del chico.

Minhyuk estaba orgulloso de decir que él había sido la causa de su nuevo look.

—¿Tuviste una pesadilla, Kyunie? —susurró aún intentando librar su frente y él asintió— ¿Quieres que me recueste contigo hasta que vuelvas a dormir?

Changkyun volvió a asentir y se corrió del lado derecho, porque Min sabía que el menor no podía dormir si no había una pared a su costado, se acomodó a su lado y lo abrazó de la cintura mientras el rostro de Changkyun descansaba en su pecho y Minhyuk no pudo evitar darle un beso en la cabeza dado que quedaba casi a la altura de su barbilla. Apretó más el agarre como si de esa forma pudiera expresarle todo el amor que sentía.

—Estás muy suavecito, Changkyunie —dijo frotando su mejilla en sus cabellos y el menor soltó una pequeña risa.

—Yo también te amo, hyung —respondió antes de acomodarse para volver a dormir.

Oh, si tan solo lo dijera en el sentido en el que deseaba.

Minhyuk sabía que estaba destinado al fracaso, sabía que si tuviera las agallas de confesarse el único resultado posible sería el rechazo y él no podría soportar algo como eso, así que si tenía que ocultar sus sentimientos con tal de poder seguir abrazando a su Changkyunie de esa manera, seguir sintiendo su perfume, su piel suave, si tenía que sufrir con tal de poder seguir percibiendo la calma que con su sola presencia emanaba, entonces lo haría, porque Minhyuk lo amaba.

Amaba a ese chico adorable.

𝘛𝘩𝘢𝘵 𝘭𝘰𝘷𝘦𝘭𝘺 𝘣𝘰𝘺 || Changkyun × Monsta x Donde viven las historias. Descúbrelo ahora