Aterrizaron en el suelo del templo de Palutena con un ruido sordo. Los centuriones se apresuraron a entrar de inmediato, recogiendo el cuerpo de Pit todavía atravesado por las cuchillas y se lo llevaron, presumiblemente a las aguas termales. Palutena se arrodilló al lado de Pittoo y lo ayudó a sentarse. Su rostro estaba pálido y él le dedicó una pequeña sonrisa, pero en su rostro se notaba la tristeza.-Lo he traído de vuelta... D-Disculpe si no está completo.
Ella lo ayudó a levantarse y él la empujó delicadamente para que lo soltara, presionando una mano sobre sus costillas dañadas.
-Lo-lo siento. E-Esto es todo mi c-culpa.. yo... yo..
-Pittoo ...- Exhaló con fuerza.- Tengo que ver a Pit ... hablaremos más de esto cuando estés mejor.
Ella se dio la vuelta y se apresuró a seguir las instrucciones de los centuriones. Dark Pit llevó sus rodillas a su pecho e inclinó su rostro hacia ellas. Sus alas lo protegieron del mundo cuando lágrimas calientes corrieron por sus mejillas.-M-Maldita sea ... maldita sea ...
Palutena estaba ... ocupada, por lo que Viridi tenía que conocer el lado de la historia de Dark Pit, según dijo. Dark Pit se contentó con quedarse bajo las sábanas y evitar el mundo.
-Nadie te culpa de nada, ya sabes.- dijo con un suspiro. -Solo queremos la historia completa.
-Sí, bueno, no quiero hablar. Así que déjalo...
Viridi soltó un suspiro mucho más dramático y el tobillo de Dark Pit quedó atrapado de repente en un apretón espinoso. Lo arrojaron boca abajo a través de un grueso trozo de hiedra que había crecido a través de la ventana y hacia el techo, quedando colgado perezosamente. Viridi le dio unos golpecitos en la nariz con el bastón y entrecerró los ojos.
-Lo dejamos antes cuando dijiste que Pit estaba bien. Ahora tu espada está familiarizándose profundamente con sus entrañas y manchado con su sangre. Algo falta aquí y tú eres el que necesita aclararlo.
Sentía las costillas como brasas ardientes en el pecho y tenía algunas dificultades para recuperar el aliento. Podría haber llorado si hubiera sentido que le quedaban lágrimas.
-Trató de matarme.
-¿Qué? No pude escucharte.
-¡Intentó matarme!- gritó, mirando a Viridi directamente a los ojos. -Trató de matarme tres veces, esta vez, si no lo hubiera apuñalado, lo habría hecho. Vi en sus ojos, lo habría hecho. ¡El no es Pit! ¡Pit esta muerto!
Los ojos de Viridi se agrandaron y por una vez la diosa se quedó sin habla. La enredadera se deshizo y Dark Pit golpeó la cama; gimió ante la punzada de dolor del impacto. La diosa se sentó pesadamente en una silla y se apartó el pelo de los ojos.
-Entonces...- dijo por fin.- ¿Qué haremos? Él sigue vivo, a duras penas pero sobrevivirá.
-No ... rrgh ... no lo sé.
-En realidad, Palutena quiere que tu tengas la opción de elegir. Aunque si me lo preguntas, creo que lo mejor es que ... -Simuló cortarse la garganta y Pittoo gruñó.
-No, no lo mataré... no podría vivir con eso.
-¿Y si no lo haces, entonces qué, vendrá para el intento de suerte número cuatro? Bueno, lo que sea; sé que Palutena querrá que hables con ella cuando estés lo suficientemente bien, y estoy segura de que las cosas se podrán solucionar de algún modo. Diviértete escribiendo tu testamento.
Se puso de pie y giró su bastón antes de desaparecer en una ráfaga de hojas y viento.
Silencio. Un mundo de silencio.
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The Black Ángel
FanfictionPit da su vida en el campo de batalla para salvar a Dark Pit y este se da cuenta que las cosas ya no son las mismas sin el ángel blanco parlante. Extraña su risa ridícula, sus ojos azules que brillaban cada vez que lo veían y esas esponjosas alas bl...