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Estaba en mi habitación, leyendo los grimorios de mi madre cuando oi un ruido en la planta baja, cerré el libreto sigilosamente y con miedo bajé, se supone que nadie entraba y menos salía. Cuando llegue me encontré con una para nada ingrata sorpresa. Había un hombre ahí parado, sonriendo con malicia y apestaba a alcohol.
El se quería pasar de la rayita y yo en ese entonces no tenía a nadie que me quería ayudar.

X: anda cielito, no dolerá

Yo estaba llorando, si que dolía mucho, aparte de que era muy brusco, era una de las peores cosas que había experimentado en ese entonces. Y el seguía hasta que su ebriedad pudo con él y acabo tirado en el piso inconsciente.

X: Bella, Bella, Bella -sentí una sacudida seguida de varios grupos de gritos que decían mi nombre, y desperté-.

Tenía las los ojos rojos y con lágrimas secas que se mezclaban con algunas recientes y actuales, que hacían un camino notorio hasta mis mejillas, me encontraba sudando en frío y con la respiración agitada.
Al primero que ví fue a Nick y lo abracé, se sentó en la cama y me acomodó mientras yo seguía pareciendo una camiseta salida de una lavadora.

Nick: shhh, shhh -me dio un beso en la coronilla mientras se balanceaba intentando tranquilizarme- solo fue una pesadilla... Estamos aquí, contigo.

Yo: no fue una pesadilla.. Era un recuerdo... -dije con la respiración entrecortada por seguir llorando-

Klaus apretó la mandíbula pero no dejo de abrazarme.

Yo: yo... Por esto no duermo en días como éste -sollocé- no quiero dormir...

Rebekah: pues hagamos algo

Elijah: podemos ir al lago -me miró y sonrió, yo también lo hice porque el sabía que a mi me encantaba el lago-

Klaus: bien, amor, te dejamos mientras te vistes -me dio un beso en la frente y se fueron-

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Estabamos conversando mientras comíamos, entre los tres habían conseguido que mi día fuera de maravilla.

Rebekah: algún tenemos que ir de compras Bella -sonrió y yo se la devolví-

Yo: cierto

Me moví y apoye mi cabeza en las piernas de Elijah, que en ese entonces estaba al lado mío y me sonrió.
Después de un rato, eran como las 7 de la tarde empecé a tener sueño, y en realidad tenía sentido, lo que no sabía era como había aguantado tanto, sin haber dormido nada en la noche.

Elijah: tal vez deberíamos irnos, estás un poco dormida -yo solté una risita-

Yo: pero eres muy cómodo -rei de nuevo- no me quiero ir, me gusta.

Rebekah: podemos volver mañana si quieres.

Yo: ¿enserio? -la mire y asintió- ¿los tres? -Rebekah miro a los chicos y estos asistieron, me miró y me dijo que si con una sonrisa- entonces sii -me levanté del regazo de Elijah y los demás se levantaron.

Yo: Klaus -me miró- ayúdame a levantarme -sonreí inocente y los cuatro soltamos una carcajada limpia, Klausito se acercó y me tomo la mano haciendo fuerza- gracias -le di un beso en la mejilla-

Klaus: un placer amor, yo conduzco.

Nos subimos al coche cuando ya habíamos guardado todo y me senté en la parte de atrás junto con Elijah, mientras que Nik conducía y Rebekah estaba de copiloto. Me acomode y noté como mis ojos pesaban así que los cerré y todo se volvió negro. A partir de ahí no recuerdo nada más.

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