Capítulo 6: Betty Cooper
.
.
.
Elizabeth Cooper, mejor conocida como Betty. Originaria de Chicago. Nacida en una familia humilde pero a causa de su talento y el de su hermana, llegaron a ser estrellas en shows importantes y pudieron hacer fortuna. Tez blanca, cabello rubio, ojos verdes esmeralda...
Jughead había leído sobre ella últimamente en los periódicos. De hecho, había sido ella a quién había leído de primeras y por ello la idea de aquel artículo nació.
Se podía decir que aquella chica había sido la inspiración numero uno para aquella portada.
Se asomo. El guardia le indico que siguiese y fue entonces cuando encontró la celda abierta.
Betty Cooper se encontraba recostada en su camilla fumándose un cigarrillo...
─ Señorita Cooper... ─ se adentro con timidez. La observo detenidamente. A diferencia de las primeras, ella no llevaba el uniforme puesto. Un conjunto de color negro y una bota cubrían su seductor cuerpo. Su cabello estaba suelto y las ondas rubias caían por sus hombros.
Ella alzo una de sus cejas a él.
─ Mi nombre es Jughead Jones... de la revista Reedbook. ─ se presento acercándose y quitándose el sombrero. Extendió la mano a la rubia.
Ella deslizo una sonrisa en sus labios. ─ Vaya... me preguntaba cuando sería una de las afortunadas.
─¿Disculpe?─ alzo una de sus cejas.
─ Los rumores sobre aquel sexy escritor corren por los pasillos. Buscando a las asesinas del callejón. ¿Comenzaba a preguntarme si acaso yo estaba exonerada de ese grupo? ¿No soy lo suficiente popular?─ dejo escapar el humo entre sus labios rojos.
Jughead negó. ─ Con toda la admiración que una estrella con usted se merece, fue usted quien inspiro a este servidor. ─ admitió Jughead.
Ella sonrió. ─ Más sin embargo soy una de las ultimas si no es que la ultima. ─ señaló.
─ Así que ya sabe de mi existencia y e incluso me esperaba. ─ sonrió Jughead. ─ Supongo que puedo contar con usted y su participación.
Apago su cigarrillo. Jughead notó su celda. Llena de cartas de fanáticos, arreglos florales y varias comodidades.
─ Por supuesto que puede contar conmigo, Mr. Jones. ─ alzo una de sus cejas.
Jughead sacó su grabadora.
─Entonces, ¿Por donde debería comenzar?
─ Por donde usted desee. ─ alentó Jughead.
Ella asintió. ─ Mi hermana y yo fuimos las únicas sobrevivientes de los Cooper. Mi madre murió de una sobredosis y mi padre tenía tantas deudas a causa de las apuestas que cualquiera lo pudo haber matado. ─ rodó los ojos. ─ Algo que teníamos claro Polly y o era que no podíamos cometer el mismo error. Ser olvidadas y pasar desapercibidas nunca fue el sueño. Siempre fue el convertirnos en grandes estrellas.
─ Y lo hicimos. Polly y yo teníamos un show que incluía de todo. Acrobacias, bailes, cantos... todo lo que puede desear en una noche de distracción, Mr Jones. ─ guiño un ojo. ─ No fue fácil al principio, pero nunca sentimos el desanimo tan letal como para dejar de intentarlo. Me esforcé mucho para poder lograrlo. Buscando constantes oportunidades para presentarnos en casinos, bares... cualquier cosa que nos hiciera notar.
─ Entonces, una de estas noches conocí a Chuck Clayton. ─ negó con disgusto. ─ Mentiría si dijese que de vez en cuando no la pasábamos bien, pero lo que realmente me interesaba y atraía de él, era el hecho de que nos facilitaría algunas cosas. Tenía contactos, lo cual nos llevo a la cima mucho más rápido.
─Estaba tan emocionada y contenta del éxito que teníamos. Personas gritando a nuestro alrededor, aplaudiendo, pronunciando mi nombre... pidiendo más. ─ soltó un suspiro. ─ Así que no lo pensé mucho cuando Chuck pidió mi mano. Quiero decir, habíamos estado bastante bien por lo que pensé que casarnos era una buena idea.
─ Mi hermana Polly y yo siempre manteníamos este acto doble. Y mi esposo, Chuck viaja con nosotras. ─ negó burlona. ─ Para el último numero de nuestro acto, hacíamos veinte acrobacias seguidas.
─ Uno, dos, tres, cuatro, cinco, splits, Spread Eagle, marometas, flip flops, una tras otra...─ sonrió recordando la gloria de aquellos momentos.
─ Entonces, esa noche, antes del show, estábamos en el hotel Cicero. Los tres bebiendo y riéndonos. ─ sonrió. ─ Y nos quedamos sin hielo. Así que me ofrecí y salí en busca de más.
Jughead notó como de repente sus ojos se oscurecían.
─ Pero entonces, regreso... abro la puerta... Y ahí están Polly y Chuck haciendo el numero diecisiete, Spread Eagle...─ mantiene la vista perdida.
─¿Cuál fue su reacción?─ Jughead esperaba el momento crucial.
─ Bueno, estaba en total estado de shock que me bloquee. No recuerdo nada. ─ se encogió de hombros restandole importancia.
Jughead entrecerró los ojos. No fue hasta que ella deslizo una pequeña sonrisa burlona en sus labios que lo supo.
─ No fue sino hasta más tarde cuando me estaba lavando la sangre de las manos que supe que estaban muertos. ─ observó sus manos imaginando aun aquella noche.
─ ¿De verdad no lo recuerda?─ se intrigo Jughead. Ella parecía bastante calmada pesé que había sido su propia hermana.
─ No,─ negó. ─ Y es por ello que digo no lo hice. ─ asintió.
─ Pero acaba de decirme...
─ Mr, Jones. ─ le interrumpió. ─ Usted parece un hombre muy razonable ¿cierto? No dudo que no lo sea trabajando en una revista tan importante en la ciudad.
─ Gracias, en caso de que sea un alago. ─ asintió Jughead.
─ Después de haberme escuchado... y después de haberme elegido supongo que sabe sobre mi caso. Espero con ansias no ser llevada a la horca. Espero con ansias poder ganar mi juicio y no ser condenada por algo tan injusto tomando en cuanta los daños a mi persona. ─ alzo una de sus cejas. ─ Yo no lo hice... pero de haberlo hecho ¿Cómo podría decirme que estuve mal?
Jughead soltó un suspiro y se colocó de pie. ─ Muchas gracias por su tiempo, señorita Cooper. Le haré llegar un ejemplar para que sea de las primeras en leerse.
─ Eso si no he sido condenada a la muerte, Mr Jones. ─ sonrió. ─ De ser ese el caso, le agradezco de antemano. Siempre quise ser portada en una revista. Me alegra haberlo conseguido aunque no fuese en las circunstancias apropiadas.
Jughead se despidió con una reverencia dejando a Betty sola.
Betty Cooper había sido detenida en plena presentación. Cuando en su ultimo espectáculos había subido sola al escenario, sin su hermana.
¿Cómo iba a presentarse Polly? Si se encontraba muerta al lado de Chuck Clayton en el hotel Cicero.
//Innocent Killers//
Esté es mi capítulo favorito y es por eso que lo elijo para Betty (puesto que ella es mi musa) espero que te haya gustado.
ESTÁS LEYENDO
Innocent Killers - Jughead Jones
FanficHabía algo que despertaba en sobre manera la curiosidad de Jughead al momento de leer los expedientes sobre la mesa de cada una de aquellas chicas. Y es que, todas habían admitido de cierta manera su culpabilidad, más sin embargo, seguían declaránd...