Capítulo 5

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Dicho y hecho, a la mañana siguiente Rin junto a Towa fueron de compras. La castaña menor miraba extrañada las prendas que su madre le compraba, ni siquiera la dejo opinar, vestidos largos, cortos, faldas, blusas escotadas, zapatos con tacón entre otras cosas más que ella no usa.

Riku las llevó y las trajo de vuelta, claro, delante de su madre no podían dirigirse palabra alguna, no querían inconvenientes o malentendidos.

Al final del día, regresaron a casa, con varias bolsas en manos, aunque el pelirrojo llevaba la mayoría.

—Buenas noches señora y señorita Taisho. —se reverencia ante ellas Tamano.

—Buenas noches. —contestó Towa, Rin solo la ignoro.

La mujer castaña dejó las bolsas que tenía en el sofá.

—Sube todas las bolsas a la habitación de mi hija. —ordenó, y sin más Rin abandonó el lugar.

Quedando así, Riku, Towa y Tamano, está última soltó un brusco suspiro.

—Descuida, yo las llevo, son mis compras. —dijo apenada Towa, trato de cargar las demás bolsas, pero debido a las que tenía en los brazos no podía llevar todas.

—No se preocupe, es mi trabajo. —le sonrió la pelinegra.

—Yo también la ayudo. —expresó Riku cargando unas cuantas bolsas.

—Bien... no me vendría mal de todas formas la ayuda. —rió —Vamos. —camino a su habitación, siendo seguida por Riku y Tamano.

Al llegar les agradeció a ambos por la ayuda y cerró la puerta.

—Uff, este día fue muy agotador. —expresó, lo primero que hizo fue acomodar su nueva ropa en su armario.

Toda esa ropa era muy distinta a la que ella usaba. ¿Por qué de pronto se preocupaba cómo vestía? Cada día que pasaba era más incrédulo para ella.

Sin saber que faltaba muy poco tiempo, para que todo...

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Cuatro días habían pasado, al ir a la escuela, descubrió que Hisui se había retirado por problemas personales, cosa que era mentira, ya sabía el verdadero motivo, fue un alivio saber que ya no vería a ese... indeseable.

Además, ahora estaba concentrada en otro asunto, los últimos días había estado entablando conversaciones con Riku. Le gustaba su presencia, pese a su seriedad y formalidad en algunas ocasiones, gustaba mucho de su compañía.

—¿Y cómo fue que llegaste aquí? —preguntó Towa al pelirrojo a su lado.

Ambos se encontraban en el jardín de la mansión, podían conversar tranquilos dado que los padres de la adolescente no estaban.

—Fue gracias a un conocido, él me recomendó a tu padre, y aquí estoy.

—Oh. Y dime, Riku —carraspeó, dudando si preguntar lo siguiente —esa vez, rumbo a la escuela, yo te hice una pregunta... sobre si alguna vez te has sentido solo. Tu respuesta me desconcertó, podrías... si no es molestia, contarme sobre tu vida.

Un suspiro escapó de los labios de él.

Solo dos personas sabían de su vida, y quería que así se quedará, pero ahora...

Towa se golpeó mentalmente por hacer esa pregunta.

—Lo siento, fue impertinente que…

—Está bien —interrumpió —después de todo se más sobre ti de lo que tú quisieras que sepa —pensó —cuando tenía cuatro años, mis padres y yo sufrimos un accidente, mi madre murió, y ahí fue cuando mi padre cambió. Se volvió un alcohólico y abusivo, siempre que me golpeaba lo escuchaba decir que era culpa mía que mi madre haya muerto. Fueron siete años de maltrato, hasta que escapé de casa, viví en las calles por un tiempo, sentado en el suelo pidiendo monedas para comer o también recogía de la basura algo para. —Towa trato de buscar un ápice de tristeza en él, pero no, su rostro seguía inexpresivo —Fue un infierno hasta que alguien me recogió, se llamaba Jyubei, era como un padre para mí, me acogió en su cabaña por varios años, hasta que falleció, pero antes, Takechiyo, quién era su hermano menor, me recomendó con tu padre, y aquí estoy desde entonces. —terminó de contar. Volteó a verla y su semblante inexpresivo cambió a uno de sorpresa, de los ojos ámbar de la joven Taisho escurren lágrimas —¿Señorita?

Triste Realidad 🥀 ( Riku & Towa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora