Bell and his seven deadly sins

Generosidad

Últimamente siempre me despierto de buen humor, aunque mi vida era algo rutinaria estaba cumpliendo mis metas.

Logré graduarme como Arquitecta sin ningún problema además el señor Bhuwakul había cumplido su palabra de trasladarme de área, cuando nos vimos por última vez en su departamento deje de ser su asistente y me transfirió, admito que había desarrollado sentimientos por estar siempre a su lado y el separarme fue un golpe duro pero era lo mejor, yo lo había decidido así, él tarde o temprano estaría comprometido de nuevo y no quería ser la segunda opción.

—Majo ¿Terminaste la maqueta del proyecto Krystal?.

—Estoy terminando los detalles de la entrada principal.

El señor Bass se acercó a mi mesa de trabajo para asegurarse de lo que hacía, realmente ya solo estaba colocando algunos arbolitos en la entrada para darle el toque verde y llamativo a la edificación.

—Siempre odie esa parte de los arbolitos, es una lastima que el 95% de las maquetas los utilicen.

Estaba totalmente de acuerdo con eso, hacerlos era un dolor de cabeza y siempre era donde más me cortaba los dedos.

—Confieso que en mis tiempos libres me dedico a hacerlos para en los proyectos solo pegarlos.

—¿Te doy tiempos libres? —alzó una ceja— debo remediar eso —comenzó a reír.

—Bueno ¿Me creerá si le digo que me los robe de las maquetas de mis compañeros de la universidad?.

—Me inclinó mas por el tiempo libre.

Ambos comenzamos a reír, el señor Bass me había ayudado mucho dentro de la empresa, en mi tesis y en el día a día, sabía a la perfección que comenzó hacerlo por órdenes del CEO pero ahora ya me había ganado su verdadero aprecio gracias a mi trabajo duro.

—La presentación será a las 5, aún tienes tiempo así que cuida esos dedos.

—Estaré lista para entonces.

Ajuste mi reloj y continúe con mi tarea, no mentí cuando dije que estaba por terminar. Treinta minutos después la maqueta ya estaba lista y yo tenía tiempo para poder ir a comer y regresar a entregar el proyecto al señor Bass.

Normalmente yo no asistía a esas juntas, sabía a la perfección del trato preferencia que recibía pero aún así el arquitecto Bass era quien presentaba los proyectos ante el cliente.

—¡Flash!

Gis, una de mis colegas llamó mi atención, nunca antes me había dado cuenta de que tenía un apodo hasta que ella cometió la indiscreción, no me molesta pero cada vez que lo escucho no puedo evitar pensar en él.

—¿En serio? —alce una ceja.

—Te estoy hablando desde dos cuadras atrás pero no me hiciste caso —se encogió de hombros— como sea ¿estas lista para la presentación de hoy?.

—Ya entregue la maqueta si es a lo que te refieres.

—Vi tu nombre en la lista de asistentes, estarás en la junta también.

—Eso es imposible —fruncí el ceño.

—¿Por qué lo sería?, eres increíble en tu trabajo.

Solo negué con un movimiento de cabeza y comencé a caminar más rápido, si Gis tenía razón estaría en problemas. Mi imagen no estaba arreglada para entrar a una junta y menos para presentar un proyecto de semejante magnitud.

Entre al baño de damas e intente darle algo de dignidad a mi imagen, peine mi cabello, me coloque algo de maquillaje y acomode mi ropa de mejor manera hasta quedar presentable.