Avaricia

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La gran vista que lograba verse desde mi oficina no tenía igual, las personas que se acercaban a mi podrían obtener un premio triple, admirarme a mí, ver la hermosa vista de la ciudad y si tenían aún más suerte una muy buena inversión.

Conquistar chicas también era demasiado fácil y tengo que admitir que soy un enfermo y poco profesional al admitir que me encanta follar frente a esa hermosa vista de la ciudad, me hace sentir poderoso.

—Señor Bhuwakul.

—¡Maldita sea! ¡Te he dicho que llames antes de entrar a mi oficina!

—Lo siento —hizo una reverencia aun con los ojos cerrados— es que no me respondía y su padre está en el edificio.

«¡Santa mierda!»

—Puedes retirarte

Me apresure a abrocharme los pantalones y a despedir a la chica en turno que tenía sobre mi escritorio, toda la excitación se esfumo en cuanto escuche sobre la presencia de mi padre.

—¿Qué haces aún aquí? ¿Qué no escuchaste que debes irte?.

—¿Podemos retomar esto después?.

—Largo.

La saque de la oficina casi a empujones y mi pequeña asistente entró de inmediato para darle un poco de dignidad al lugar, esa chica era increíble para cubrirme las espaldas, no se tenía que ser un genio para saber que tenía un crush conmigo, de otra manera no podía explicar que siempre aguantará todos mis malos tratos.

—Kunpi, veo que sigues teniendo malos hábitos —mi padre sonrió de lado, sus mirada seguía siendo por completo fría y que me dedicará un gesto solo significaba que estaba en problemas.

—Padre —hice una reverencia— no esperaba su visita.

Paso delante de mí hasta instalarse en mi oficina, le encantaba controlarme, tenía esa costumbre de darme autonomía y después tirar de la cuerda para tenerme controlado.

—Esta empresa fue creada por tu abuelo para que nunca pasáramos hambre, después la dirigí yo, fue muy duro pelear con mis hermanos hasta que me convertí en el líder y ahora es tu turno.

Intente mantenerme sereno mientras lo escuchaba, como heredero de los Bhuwakul crecí con esa historia, tuve incontables tutores y estudie en el extranjero solo para cumplir las demandas de mi padre, tenía que estar a la altura y no darle la oportunidad al resto de los socios de que dudarán de mis capacidades.

—He cumplido todos los objetivos que me impusiste, las ganancias aumentaron en un 7% en comparación al bimestre pasado, estamos en nuestro mejor momento.

Alzó una mano para que dejara de hablar, aún tenía ese poder en mí, su presencia era imponente.

—Pero aún así usas tu oficina como si fuera un hotel de paso —gruñó— estoy aquí porque he pactado una cita a ciegas con la hija de un socio importante de la firma, tu imagen de playboy no nos dejará nada bueno.

Apreté mis manos en un puño, siempre supe que en algún momento me iban a comprometer con alguien cualquiera para aumentar el poder y alcance de la empresa pero nunca creí que sería a mis 22 años.

—Padre, tengo 22 años. He sido muy cuidadoso para que nada de lo que hago afecte a la firma. Como dije antes, nuestras ganancias han aumentado desde que me dejaste al frente ¿En verdad vas a venderme?.

—Es un buen negocio.

Eso fue lo último que dijo antes de dejarme solo en medio de mi oficina, no tenía caso que siguiera alegando o intentará hacerlo cambiar de opinión, él siempre estuvo cegado por la avaricia.

Bell and his seven deadly sins Donde viven las historias. Descúbrelo ahora