Formas de plantar a un tío e irte de rositas.

La Piscina

YAIZA.

Ahí estaba él. Tumbado al sol secándose el agua de la piscina en la toalla de su equipo de fútbol favorito. Qué casualidad que sea el mismo que el mío. Llevaba puesto un bañador que solo le cubría la mitad del muslo y que dejaba observar que tenía los oblicuos bien marcados.

Siempre andaba rodeado de un grupo de chicas, no me extrañam nada, físicamente es el prototipo perfecto: ojos claros, alto, tonificado, semblante reluciente y con unos dientes perfectos. Tenía 17 años y se llamaba Bruno.

Siempre me quedo obnubilada mirándole y creo que se ha dado cuenta varias veces. Nunca me he atrevido a hablarle ya que cada vez que le veo me pongo nerviosa y no puedo articular palabra.

Un día estábamos los dos solos en la piscina. Estaba tan concentrada escuchando a Fito que me había abstraído del mundo por un momento. Cuando me quise dar cuenta, Bruno había colado su toalla y sus cosas junto a las mías.

- Hey, creo que nadie nos ha presentado. Me llamo Bruno, vivo en el 2, y tu eres...

- M, me llamo Yaiza, vivo en el 15. ¿Cómo es que te has acercado aquí? - logré contestar.

- Me apetecía. Me apetecía conocerte, simplemente.

Tras las presentaciones, estuvimos conociéndonos los dos durante un rato. He descubierto que tiene una hermana más pequeña al igual que yo, su ídolo es Bruno Mars y que le encanta leer todo tipo de libros.

- Mi madre me reclama, tengo que irme a hacer la comida. - interrumpió la conversación. Además, sabe cocinar, lo tiene todo.

- Pues a ver si me invitas algún día de estos. - dejé caer.

- Eso está hecho. - me guiñó el ojo.

- ¿Vas a venir a la piscina esta tarde?

- Veré si me da tiempo.

Se fue. Me quedé totalmente alelada después de su acercamiento hacia mí. Allí estaba yo, sentada sobre el césped