BRUNO
En el fondo Taylor me asustaba. Siempre adivinaba lo que íbamos a hacer o a decir e incluso a veces decía a la vez lo mismo que decíamos los demás.
- ¿C-cómo lo has sabido? - pregunté intimidado.
- Se te nota en la cara, eres muy expresivo - yo alucinaba por momentos, no sabía que expresara tanto con la cara. - Además llevas toda la noche con la cabeza en otro mundo, pensando en la Luna de Valencia.
- Pues es que, a ver, te cuento. Esta mañana he bajado a darme un baño en la piscina y estaba yo sólo. Entonces, vi a Yaiza, esa chica morena con el pelo largo, ojos marrones, cuerpazo...
- Al grano!
-Bueno, pues que me acerqué a ella a presentarme y estuvimos hablando un rato y conociéndonos y tal. Y no sé, me sentía cómodo conversando con ella y tenemos muchas cosas en común. Pero, después me tuve que subir a casa y me preguntó si por la tarde iba a bajar a la piscina. Sin embargo, he bajado esta tarde y no estaba. Le pedí su número a Victoria, que ya sabes que la conoce, y la hablé por whatsapp pero no me contesta y ...
- Vamos, que te gusta.
- No, gustarme no, sí que me parece guapa y agradable, pero de ahí a que me guste hay un trecho.
- Entonces, ¿a qué tanta preocupación?
- No lo sé, estoy confundido.
Tras haber estado charlando con Taylor, me sentía mucho mejor. Taylor es la típica chica que sabes que nunca te va a fallar y puedes confiar plenamente en ella. Pocas personas quedan así en el mundo.
Más tarde, Ariana (Ari para los amigos) ofreció su casa para ir a jugar a la Wii. Ari es de las mías, es mi amiga desde que nacimos, prácticamente nos criamos juntos. Era como hermanita pequeña. La verdad es que de vez en cuando viene bien desconectar y divertirnos un rato con un videojuego. Nuestro favorito era el New Super Mario Bros. Podíamos estar horas jugando que no nos cansábamos.
Entramos a su casa. Estábamos Ari, Taylor, Daniela y yo, solos en la casa. Cuatro, los justos para jugar. Encendimos la consola y estuvimos jugando durante un rato. Después, Ari nos ofreció algo de comida y de bebida. Puse música con mi móvil, cantamos unas canciones y nos echamos unas risas.
Tras tanto trajín, mi móvil decidió apagarse.
- Puede que se haya quedado sin batería, ponlo a cargar - me sugirió Ari. - Coge mi cargador, está en mi habitación.
- Vale, gracias.
Nos dieron las dos de la mañana y decidimos irnos a casa a descansar. Llegué a casa y me metí a la cama. Había sido un día largo.
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Formas de plantar a un tío e irte de rositas.
Novela JuvenilPrecuela de Formas de querer a un tío heavy que va a su rollo. Yaiza conoce a Bruno, vecino guaperas, que la guiará por un mundo que antes no conocía. Nunca se imaginó todo lo que pasaría si toma la decisión equivocada.