Mi mama llego casi a la medianoche a casa. Yo seguía encerrada en mi habitación, en mi oscura habitación, tirada en mi cama, tapada.
Mi madre golpeo la puerta.
-hola -dijo asomándose-
-mamá -dije tirada en la cama-
-perdón por la tardanza, tenia unos papeles -dijo sentándose al borde de mi cama-
-no hay problema
-ya cenaste? -pregunto poniendo un mechón de mi pelo tras mi oreja-
-si -dije apretando mis sabanas-
Le mentí, yo no había cenado, no había comido nada prácticamente desde que llegue del colegio, estaba hambrienta, pero una parte en mi decía “así esta bien”.
Mi mamá se fue a su habitación a dormir, se lo merecía.
Cerca de las 3 A.M me volví a levantar, fui al baño. Me mire al espejo otra vez, y la voz en mi cabeza volvió “no serás suficientemente bonita”.
Lo siguiente que voy a contar en lo más raro, en ese día, que me pudo pasar:
Me fui a dormir después de eso y tuve un sueño extraño. Estaba en una cama, en un lugar oscuro, con colores grisáceos. Me levante y fui a la puerta de esa habitación, era una puerta común y corriente, tome la perilla y salí. Había un pequeño pasillo, en el lado derecho había otra puerta, y en el lado izquierdo otra. Tras una de las puertas escuche una risa, una risa que se me hacia muy, pero muy, familiar.
-“Papi, mira, hice galletitas de chocolates, papi” -escuche-
Fui a ver lo que había tras la puerta derecha. Era otra habitación oscura, sin vida, y otra cama. Cuando cerré la puerta y ya estaba adentro, se tornó todo de color. Vi una niña, mostrándole unas galletas a… mi papá.
-papá, ya préstame atención, por favor -dijo la niña-
-amor… ok, a ver que tienes -dijo mi padre arrodillándose frente a ella-
-mira, hice galletas, comemos?¡ -dijo la pequeña sonriente-
-no ahora amor
-porque? -pregunto la niña desilusionada-
-tienes que cuidar tu manera de comer -respondió dándole golpecitos en la pansa con su dedo índice-
-uh? -dijo la niña agarrándose la panza-
Luego entro una mujer enfadada, por la puerta… mi mamá.
-como puedes decirle eso a una niñita?¡ -exclamo-
-si quiere ser bonita tiene que comer menos -dijo papá alzando a la niña-
-dame la niña -dijo mi mamá extendiendo sus brazos-
-no puedes criarla asi¡ -exclamo el entregándola-
-linda, tu puedes comer todo lo que quieras, si? -dijo acariciando su cabeza-
-gracias mami
Luego se torno todo oscuro otra vez, y entendí bien las cosas, la niña era yo, a la edad de diez años, semanas antes de que mis padres se separaran.
“por no haberle hecho caso a tu padre, hoy estas asi” escuche, pero al darme vuelta no había nadie. Sali rápidamente de la habitación, y fui a la puerta izquierda, el baño.
Era un baño común y corriente, y no se porque me mire al espejo. –soy masoquista, lo se-
Me vi reflejada –obvio, es un espejo- todo normal, todo en su lugar. Pero de la nada… estaba obesa, como de 146 Kilos creo. Mi boca quedo abierta, y en un parpadeo era yo, todo en su lugar, pero estaba un poco palida, tenía una mirada triste.
-ya viste lo que pasara si no haces caso -morí en ese momento, mi reflejo hablo-
-aah¡ -salio un grito de mi-
-que? -me pregunto mi yo-
En ese momento salí corriendo de allí. Fui a la habitación de la que había salido, fui a la cama, me senté de rodillas al pecho, tape mis oídos, y decía “todo va a estar bien, todo va a estar bien”
“no temas, no pasa nada, solo quiero ayudarte” dijo la voz.
Yo seguía con que todo iba a estar bien, pero ella apareció de nuevo, no le tenia miedo, pero no era muy bonito verme a mi.
-ven -me dijo extendiéndome su mano-
-no -respondi-
-sabemos que no eres bonita, y sabes que los chicos quieren chicas flacas -dijo sonriendo-
-mentira¡ -exclame-
-tranquila, tranquila -dijo mi yo abrazándome-
-quien eres? -pregunte-
-eso tu lo sabras -dijo ella-
-vete -susurre-
Ella tomo mi mano, y sonrio.
-vamos -me dijo-
-a donde? -pregunte con inquietud-
-tu solo ven -me dijo sacándome de la cama-
- Mi error fue haberla seguido- ella desapareció luego de decirme “tu solo ven”.
. . .
Mi mamá abrió las cortinas, me destapo y no me dejo otra opción más que levantarme.
-no puede ser que sea lo mismo todos los días -dijo mi mamá de brazos cruzados al lado de la cama-
-ya voy -dije estirando mis brazos-
Fue lo mismo de siempre, bañarme, lavar mis dientes, vestirme, peinarme, bajar, ver a mi mamá irse, e ir directamente a la cocina para almorzar con ese poco tiempo.
Mi mamá dejo preparado sándwiches para mi –se ve que alguien no quería prender la cocina-.
Me sente, prendi la televisión, tome el sándwich, pero no pude comer. Una parte de mi decía “segura que quieres hacer eso?”, y supe que la chica de mis sueños era mi propia autoestima baja –maldita sea-. Había 6 sándwiches, y tome 4, los puse en una bolsa, la llene de papeles, y lo arroje a la basura. Los otros dos se los di a Dani, mi perro, quien me lo agradeció lamiendo mi cara.
Mire la hora, era temprano, asi que tome mi mochila y fui al colegio lentamente.
En el camino sono mi celular, era Alicia.
-linda, no tardes mucho por favor -se escucho del otro lado-
-no, no, estoy llegando -estaba a dos cuadras-
-esta bien