Capitulo 3

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Los médicos tienen razón en decir que hay que cuidarse, cuando te mandan a realizar exámenes no es por una simple tontería, esos exámenes pueden salvarte de momentos tristes.

—¿Eres familiar de la Srta.?— esa pregunta me saca de mis pensamientos

—Soy un amigo, que es lo que le paso— la mirada del médico me dejo intrigado.

—Lo que Sandra tiene es una neoplasia cancerosa— se acomoda sus lentes para continuar— hay células enfermas, las cuales le causaron este tumor, por suerte se le puede extirpar

—Dejara alguna secuela o consecuencia— francamente no quiero que Sandra sufra, no se lo merece.

—No, no quedara lo que si puede heredar sus hijos— ya no se me ocurrió preguntar más.

Escuchamos unos reclamos, la voz se me hacía muy familiar

—Soy la madre de Sandra Pérez dígame en que habitación está— se le notaba angustiada.

—Doctor Henry Duarte, estoy atendiendo el caso de su hija, primero debe calmarse y no debe olvidar que se encuentra en un hospital, no está permitido gritar—

Le explicaron todo lo que pasaba con Sandra, la Sra. Gabriela le costo creer toda la historia del tumor, menciono que su hija nunca le conto y ni  noto  algo fuera de lo normal.

—Gracias Paúl, si tu no hubieras quedado con ella, mi hija hubiera estado mucho peor, fuiste un ángel—

—No se preocupe siempre será un gusto ayudar a gente que le tengo gran cariño.

—Siempre demostraste una lealtad hacia mi hija, su único mejor amigo—

Solo sonreí ante su comentario, fue muy lindo escucharla y volver a ver a la Sra. Gabriela.

EL ORIGEN DE LA VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora