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5
LAS NAVES SE MOVÍAN A GRAN VELOCIDAD por el espacio. Todavía no había logrado entender como el Consejo había cedido ante mi pedido de ir en la misión; tal vez porque sabían lo importante que era rescatar a mi Maestra.
El Maestro Kenobi iba en la nave roja de mi derecha y Anakin, en la amarilla de la derecha. Los tres, atacábamos a las naves enemigas.
—Maestro—dijo Anakin—. La nave del General Grievous está enfrente
—La veo—respondió Obi-Wan, y respondió de manera sarcástica—. Esto va a ser muy fácil.
Ordenó al equipo rojo que nos siguiera y se colocaron en formación
—Aquí es donde empieza la diversión.
—Que concepto de diversión mas extraño tienes—respondí y nos lanzamos al ataque.
Pasamos a través de los droides enemigos que rodeaban la nave y nos abrimos paso. Le ordené al droide que usara todos los motores para esquivar los misiles que nos enviaba.
—¡Anakin!—exclamó Obi-Wan cuando su padawan le intento sacar los droides que le habían subido en la nave—. Vas a hacer que nos maten, ¡vete! No hay nada que puedas hacer.
—No me iré sin usted, Maestro—respondió él y logro quitárselos de encima.—Allí está la nave del General Grievous.
—No servirá de nada con los escudos activados, si nos estampamos contra ellos—dije mientras nos imaginaba volando en pedazos.
—Oh, es cierto.
Anakin los rompió y la compuerta comenzó a cerrarse, por lo que ingresamos por poco y las naves chocaron contra el suelo de la nave de Grievous. Mientras Anakin y Obi-Wan habían salido de un salto y peleaban contra los droides, yo todavía estaba levantándome del golpe que me di en la caída.
—Estoy bien, no se preocupen por mi—murmuré al mismo tiempo que apagaron los sables.
—La señal del canciller viene de allá...—dijo Kenobi señalando el holograma que proyectó R2-D2—de la plataforma de observación encima de esa torre.
—Percibo a Dooku, y a la Maestra Blair—habló Anakin, mirándome.
—Percibo una trampa—añadió Obi-Wan.
—¿Siguiente paso?—pregunté
—Nosotros, activar la trampa. R2, quédate en la nave, espera instrucciones—dijo Obi-Wan—Vamos
Pasamos una compuerta y corrimos por el pasillo, hasta alcanzar un ascensor. Anakin lanzó una exclamación por lo que me di la vuelta y vi tres destructores detrás nuestra. Sacamos nuestras armas y detuvimos los disparos, entrando en el ascensor.
