𝐁𝐎𝐍𝐍𝐈𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐂𝐋𝐘𝐃𝐄 [ UsArg ]

O8

Habían llegado a el maldito hotel. Al fin.

Viajaron desde el norte hasta casi el sur de país, California tenía una habitación aparte de la de su padre, ella estaba tan feliz, después de todo extrañaba demasiado a su madre y por fin lo vería. Su emoción al llegar fue más que su cansancio durante todo el recorrido, habría valido la pena.

Después de tanto tiempo.

Se miraba al espejo arreglando su vestido, había dormido un par de horas en la gran cama que tenía, luego había tomado un baño y ahora terminaba de arreglarse.

Tomó dos listones, celeste y blanco, sonrió y comenzó a atar su cabello en dos coletas, un semi-recogido.

Suspiró comenzado a prácticar frente al espejo.

──Hi, mother! I miss you a lot. ──Lo pensó por momentos,pero no le gustó. Le pareció muy sincero, demasiado. ──Good morning, Argentina.

Muy formal. Movió su cabeza alejando todos los pensamientos, quería ser natural, después de todo era su madre y no importaba mi haberse visto en mucho tiempo, el vínculo seguiría igual que siempre.

La voz gruesa de su padre resonó fuera del baño, le preguntaba si estaba lista. Ella salió diciendo que sí, USA sonrió con ternura al ver cómo sus colegas estaban disparejas. Por más independencia que pidiera para peinarse sola y por mucho que decía practicarlas, siempre le quedaban chuecas.
Se sentó en la cama y le indicó que se acercará, de esta manera desarmó ambas para volver a hacerlas. Está vez de la manera correcta.

Él siempre la peinaba, Argentina nunca pudo hacerlo.

No tenía paciencia.

──Darling.

──Yes, dad?

──Todavía no vemos a mamá. Creí que estaría aquí.

Un puchero se formó en el rostro de la niña. Y al terminar de ser peinada se volteó.

──Why? ¿Acaso no quiere verme?

USA quiso llorar.

──Claro que no, darling, él solo... Está muy ocupado. Pero de todos modos vamos a salir hoy.

──¿A dónde iremos?

──Al lago. ──Estados Unidos sonrió.

Su boca sonreía.

Sus ojos no.

"Argentina" estaba sentando en la mesa enfrente de la sala, no tenían paredes que separen estos cuartos, por lo tanto desde la puerta de entrada se lo podía ver fumar.

Apagó el cigarrillo en la mesa y lo dejó ahí, al lado de las cenizas. Mientras mantenía la mirada perdida.

Su matrimonio no iba bien, no por "USA", sino por él. Y siendo sincero, ya no sabía que hacer. Todas las soluciones que apreció en su vida fueron fatales y ni hablar de cada una de sus decisiones. No servía para decidir.

Y tampoco era muy temperamental cuando se trataba de actuar o pensar.

"Estados Unidos" abrió la puerta principal con una sonrisa.

Entró y se dirigió al argentino al mismo tiempo que se quitaba la campera.

──Hi, darling.

Dejó un beso en su mejilla para seguir de largo a la cocina.

──Qué tal. ──Dijo en una voz muy baja sin prestar atención a la situación.

Suspiró y "USA" lo notó.

Algo estaba mal.

Muy mal.