𝐁𝐎𝐍𝐍𝐈𝐄 𝐀𝐍𝐃 𝐂𝐋𝐘𝐃𝐄 [ UsArg ]

O9

El auto se estacionó.

Habían llegado a la parte principal de aquél bosque, se bajaron y comenzaron a caminar, California vió una colina por la cuál no dudo en correr, atrás de esta estaba el tan codiciado lago.
USA al llegar se sentó, mirando como su pequeña hija estaba tan cerca de la orilla, parecía estar viendo su reflejo. Ni siquiera se molestó en procesar alguno que otro recuerdo que pudiera estar disperso por allí.

El lago era profundo. Bastante profundo.

Ella parecía que en cualquier momento iba a caer. Estados Unidos intentaba apartar su mirada de esta, pero sus manos picaban y cada vez podía evitar menos mirarla.

Estaba mojando sus manos, estaba sintiendo el agua.

Escalofríos y espasmos corrían el cuerpo del estadounidense. Se levantó tomando sus manos entre sí, estás eran incapaces de mantenerse quietas.

Ardían.

Picaban.

Dolían.

California parecía estar lo suficientemente concentrada en ella para escucharlo o verlo de reojo.
Se paró atrás de ella, sus ojos estaban más abiertos de lo normal, su rostro era neutro, excepto sus ojos sorprendidos y alarmados.

Comenzó a temblar y no pudo evitarlo.
Simplemente lo hizo como debía.

Empujó a California a él agua.

Ella comenzó a ahogarse e intentar salir, estaba desesperada y el aire le comenzaba a faltar. USA solo la miraba con el rostro iluminado y una pequeña sonrisa.

Su boca sonreía.

Sus ojos no.

"¡USA!"

Esa voz de hizo presente en sus oídos, estos quemaban al escuchar los gritos de Argentina, su nariz se llenaba de olores repugnantes inexistentes.
Tomó su cabeza gritando y llorando de forma inmediata, sin saber cómo poder procesar las emociones que llegaban como si nada, siquiera las notaba, esperando que la tortura fuera capaz de terminar, pero sabía que no sería así.

No mientras fueran los malditos Bonnie and Clyde.

Notó lo que estaba haciendo, bastante tarde. Pero no lo suficiente.
Con los ojos llorosos corrió hasta su hija y consiguió sacarla de aquella masa de agua profunda.

Le recostó en el suelo sin decir nada y acercó su oído a su pecho, aún tenía su corazón bombeando.

La miró, tenía los ojos abiertos y lloraba a mares. Estaba en una especie de shock sin procesar lo ocurrido.

──Vamos a casa, Darling.

Ella no era como su madre.

Era mejor.

"Estados Unidos" esperaba al argentino sentado en la mesa, le había dicho que quería hablarle de algo.

Cuando lo tuvo en frente, sonrió, pero él no. Puso un papel enfrente suyo, la sonrisa permaneció en su boca, pero sus ojos eran de sorpresa.

Se sentía igual que en ese momento, cuando ambas mujeres discutían en la cafetería donde él trabajaba.

Papeles de divorcio.

"Argentina" llevaba tiempo sin sentir que todo estaba bien.

──Creo... Que a medida que pasó el tiempo nos desgastamos. ──Mencionó con la voz algo rota. ──Nos conocemos  desde muy nenes y después nos reencontramos, y ahora se supone que estamos acá, que tenemos una vida juntos. Además de una hermosa nena, pero...

No funcionamos bien.

"USA" no podía creer lo que estaba viendo. Había arriesgado tanto por él y ahora quería separarse de nuevo.

¿Qué tan egoísta podía ser?
¿Qué tanto cabia el descaro?

Seguía siendo el mismo adolescente copiando a narciso desde siempre.

──"Argentina".

──¿Si?

──Vamos al lago, por favor.

Asintió.

Te mentí, más tarde o mañana subo el epílogo.