「10」

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Toda la mañana Madeleine me hizo anotar reuniones importantes para otros días de la semana y uno para el día de hoy, era algo agotador. Había demasiados encuentros con socios y eventos de moda.

Después de eso, no tenía nada que hacer.

Estaba aburrida, así que aproveché y admiré la maravillosa vista que tenía hacia al parque. Reparé mi vista en Madeleine, quien estaba tecleando algunas cosas, con el ceño fruncido. Se veía hermosa.

Comenzaron a tocar la puerta suavemente.

—Pase. — dijo mi jefa sin despegar su vista de la pantalla del computador.

Ingresó Eliot y se ganó una mirada de desprecio y otra de diversión. Obviamente la de desprecio era por parte de Madeleine.

—¿Qué lo trae por aquí, señorito Morelli? — dijo la de cabello oscuro con un rostro serio.

—Quiero hablar con su asistente. — ¿conmigo? es raro que me llamen asistente, pero me gusta.

—¿Qué dice, señorita? — me observó con atención.

La ojiverde tenía una expresión de enojo.

—¿Qué sucede? — ignoré a Madeleine y me dirigí a Eliot.

—Quería invitarte a comer algo. Claro, si tú quieres. — me sonrió apenado.

—Bueno... Si te dejan ir, claro que acepto. — sentí como la mirada de la mayor me quemaba.

—Ah, sí. Mi jefa nos deja libre a algunos en hora de almuerzo.

—Vayan, no necesito a ninguno por ahora. — pronunció Madeleine con una mueca de disgusto.

¿Se refiere a que vayamos ahora mismo? Me fijé en la hora, ya eran las dos de la tarde, ¿estuve seis o siete horas escribiendo? Qué agotador, con razón me sentía cansada mentalmente. Además, estuve haciendo diseños y todo para que el calendario con los eventos quedase bonito y presentable. Quería que algo simple diera gusto de ver.

Esperen, hoy hay un evento. ¿Eso significa que no me necesitará como modelo? Se supone que yo soy la modelo principal, soy su modelo. Bueno, tal vez me llame luego de almuerzo, aunque no creo que en ese rato me enseñe a modelar correctamente, pero dijo que es fácil.

Eliot me pasó su mano para poder levantarme del cómodo asiento. Salí de mis pensamientos y acepté con gusto, su suave tacto me fascinó. Cogí mis cosas y salimos de la oficina, siendo asesinados con la mirada por nuestra jefa.

—Vamos a un restaurante cerca, te juro que cocinan cosas riquísimas, Bella. — sugirió Eliot, mientras caminábamos por los pasillos para llegar a la salida.

—¿Es un apodo o me llamaste bella? — le pregunté jugando.

—Ambas.

Sonreímos.

Conversamos temas triviales durante el trayecto, el cual duró una media hora. Cuando ingresamos al restaurante, me percaté de la preciosa decoración que tenían, era todo muy elegante y a la vez rústico.

Nos sentamos en la mesa número tres y esperamos al mesero.

—¿Te gusta? — me preguntó mientras miraba hacia el techo.

—Está hermoso. — dije sincera.

—Ni hablar de sus comidas, delicias totales. — me miró atento.

—Si no lo son me deberás otra invitación a comer ¿ya? — me reí.

—Claro, con mucho gusto. — sonrió.

Eleuteria ; Lesbian [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora