「02」

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Narra Isabella:

Estaba agotada. El día anterior fue demasiado. A mi querido amigo, le fue pésimo en la cita, así que tuvimos que emborracharnos para que él olvidase sus penas. El dolor de cabeza que tengo ahora, lo pude haber evitado, pero no me controlé.

Con suerte recuerdo que me besé con dos chicas, menos mal no llegué a más, si no me odiaría.

Mierda. ¿Por qué soy cajera? Me quejaba porque justo hoy no vino Erick y mis nervios no daban para más, odiaba servir al público.

—Son dos dólares. —miré seria a semejante Diosa que tenía enfrente. Ese vestido ajustado hacía resaltar más sus malditas curvas.

Tal vez solo por ella amo ser cajera.

—Quiero que vengas a mi mesa. Te espero, hasta que salgas del trabajo. No antes. —me susurró y pasó lentamente el dinero en efectivo.

Se dirigió a su mesa y por segunda vez estaba sin sus hijas.

¡Esperen! ¡Tiene hijas! ¿Y si me quiere reclamar algo? Espero no haber dicho o hecho algo mal, no quiero tener problemas. Estaba más nerviosa ahora. Iba a chismear con Erick, pero recordé su ausencia. Se había quedado en mi departamento, ya que el alcohol le destrozó el estómago.

Los minutos pasaban lentamente

—Claro, gracias por venir a nuestro local. —dije fría y fingiendo una sonrisa. Seis en punto, era el último cliente al cual yo atendería.

Me cambié de ropa, y fingí no tener interés en hablar con ella, pero en realidad estaba escribiéndole a Erick lo emocionada que estaba por ir a su mesa.

Mi rubio amigo me decía que no era buena idea, pero que lo intentara. Me envió una foto de él junto a mi perrita. ¡Idiota! Está con mi bebé. Lo dejé en visto.

Me acerqué, con pasos cortos y una mirada puesta en sus ojos verdes. Los ojos de aquella dama me intimidaban y seducían.

—Acércate. Nena, no muerdo...—mordió su labio inferior. —O tal vez sí. —Sonrió.

Me quedé callada. ¿Nena? ¿Mordió su labio? Me muero. Es la mujer más sexy que he visto en estos meses que llevo trabajando.

—Vamos a mi auto— siguió.

¿Ir a su auto? Dios, debo dejar de preguntar estupideces en mi mente. Simplemente atiné a seguirla, esta mujer es un misterio y estoy dispuesta a descubrirlo.

—¿Por qué me trajo aquí? — fue lo único que pude articular.

¿Yo en el coche lujoso de la mujer que me gustaba? Wow, solo wow. Pensé que solo iba a ser una fantasía estar cerca de ella.

Me invitó a entrar y gustosa acepté la invitación. Estaba sentada en el asiento de copiloto y ella en el del chofer, el auto era maravilloso por dentro, igual que por fuera.

—Viniste hacia mí. — me susurró al oído.

Me estremecí y lo notó. Nos encontrábamos muy cerca, podía oler su dulce aliento. Perdí la cabeza y miré sus labios, desafiándola. Ella asintió, para que juntáramos nuestras bocas. Las lenguas danzaban al mismo ritmo.

La excitación me llenó por completo cuando pude sentir sus besos tornándose salvajes. Tomaba mi labio inferior, entre los suyos, y después lo chupaba. Nos separamos por falta de aire.

Su mano recorrió desde mis hombros, hasta mi abdomen. Subió por debajo de la camiseta y tocó mi seno izquierdo. Comenzó a masajearlo y solté un gemido.

Eleuteria ; Lesbian [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora