⋆┈┈⊰✩ Charla ✩⊱┈┈⋆

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—Eres un idiota.

—Cállate.

—Esta es la primera vez que me echan de un club.

—A mí igual.

—¡No puedo creer que ni siquiera fue porque supieron que era menor de edad!

—Cielos, ¿por qué estás tan habladora hoy?

—Bue~no~ estoy ebria~ —canturreó ella.

Adrien vio el sonrojado rostro de Marinette a pesar de la escasa luz del poste.

—Sí que lo estás. —Suspiró.

—Y~ ahora estamos en el parque gracias a ti.

—Cállate. Todo es gracias a ti. Ni siquiera habría golpeado a ese chico de no ser por ti.

Marinette le sonrió, empujándole el hombro con el suyo.

—Gracias, amigo.

—No soy tu amigo, —Adrien resistió, dándole un empujón.

—Amigo con beneficios.

—No, enemigo con beneficios.

—Claro, claro. —Marinette dijo temblando ligeramente cuando el frío viento sopló. —Gracias a Dios es casi verano. Imagina si tuviéramos que dormir aquí durante el invierno. ¡Con nieve y todo!

Adrien arqueó la ceja.

—¿De verdad planeas dormir aquí?

—Bueno, no iré a casa, y me siento muy perezosa como para ir a otro club. Queda lejos. Y los taxis cobran caro a esta hora, ¿no?

—Tengo mi motocicleta a una calle. —Adrien le recordó.

—Nah, aquí está bien. Estoy cómoda. —Marinette volvió a golpear sus hombros, excepto que esta vez recostó su cabeza después.

La mejilla de Marinette estaba presionada contra su hombro, y Adrien empezó a sentir algo en su interior.

—Eres flacucho.

—¡Tú lo eres! —Adrien dijo pero no la alejó. —¿Y por qué rayos te recuestas en mí?

—Porque eres flacucho, pero aun así eres más cómodo que la dura banca. —Marinette se movió hasta que estuvo satisfecha, usando el brazo de Adrien como almohada antes de cerrar los ojos. —Está callado.

—Son las 2 am del martes en un parque. ¡¿Quién rayos estaría aquí a esta hora?!

—Nadie más que nosotros. —Marinette respondió. —Hey, ¿quieres que lo hagamos?

—No. Estás ebria.

—Lo hemos hecho así antes.

—No en un parque.

Ante esto, Marinette alzó su cabeza y arqueó una ceja.

—¡¿Adrien Agreste, el playboy y bastardo pervertido, piensa que el sexo en público es demasiado?! ¿Nada de sexo en público, entonces? ¡¿Tú?!

—No ahora mismo. —Adrien retiró su cabeza de su hombro. —¿Sabes que mi uniforme aún está manchado, y que no podré lavarlo a este paso?

Marinette tuvo los nervios de reírse.

—Limpiaría tu uniforme con mi lengua si la mancha no se hubiera secado ya.

—Y dices que yo soy el bastardo pervertido.

—Bueno, es por eso que encajamos bien, ¿hm?

La mirada de Adrien bajó, viendo la forma en la que Marinette se aferraba con ambas manos al brazo de Adrien mientras volvía a descansar en su hombro.

∞ Infinite (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora