⋆┈┈⊰✩ Solo tu... Parte I ✩⊱┈┈⋆

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Marinette no fue al colegio al día siguiente.

Y de hecho, sorprendió a Adrien. Marinette faltaba mucho a clases, pero raras veces faltaba todo el día.

Después de tragarse el orgullo y pedirle a Luka que le preguntara a las amigas de Marinette – porque Adrien no las conocía y Luka hablaba literalmente con todos – supo que ninguna sabía el paradero de la chica.

«Marinette había lucido bien cuando habló con él ayer, así que no debía estar enferma de súbito, ¿no? Y aun si lo hiciera, eso no explicaba por qué sus mensajes no estaban siendo respondidos. La cosa rara era que ninguna de las amigas de Marinette podía dar con ella tampoco. »

—Hey, no te preocupes. —Luka dijo, palmeando su hombro. —Quizá se dio cuenta de las cosas y ya no quiere ser tu novia, así que no vino al colegio para evitarte...

Adrien resopló. Empujándolo juguetonamente. Sabía que su amigo solo trataba de aligerar el ambiente, pero no era el caso.

Pasaron dos días, luego tres...

Adrien estaba pensando en ir a buscarla a su casa, si tan solo no hubiera el riesgo de que los de seguridad lo echaran, dado que sus familias se odiaban.

Pero Adrien estaba preocupado. Después de tres años por fin estaban en la misma página y apenas estaban empezando su pequeña familia y mentiría si no estuviera emocionado por ello...

«¿Qué rayos pasó con Marinette?»

Aun sonreía al recordar cómo ella le había dicho que estaban esperando un bebé.

Flashback

Habían parado por indicaciones de ella en el parque donde habían pasado la noche hace algunos meses.

—¿Qué hacemos aquí? Podíamos ir al cine o a un bar... —Dijo Adrien mientras se acomodaba en la banca y Marinette lo miraba con una sonrisa dudosa.

—Si... la cosa es que no creo que podamos ir a un bar en un tiempo... —Respondió jugando nerviosamente con sus manos. —Adrien... ¿Has pensado... has pensado en ser padre? —Preguntó y el rubio la miro sin entender... —Solo responde, ¿lo has pensado?

El rubio se quedó en silencio un momento que a ella le pareció tan tenso como eterno.

—No es que tenga opción ¿sabes? —Dijo y la azabache lo miró con desconcierto. —Lo más seguro es que por temas de herencia y esas mierdas, mis padres me obliguen a tener un hijo... —Terminó y la azabache se tocó por reflejo el vientre con la intención de decir algo pero Adrien, sonrió mirando al frente. —Pero eso no significa que no quiera o que no ame a mi hijo o hija, creo que en ese sentido lo amaría más que a nada en este mundo y definitivamente le daría todo lo que yo no tuve, ya sabes, lo llenaría de amor y atenciones, no los haría sentir como si fueran una maldita transacción de un negocio futuro. Así que si, deseo ser padre. —Dijo sonriéndole y ella le devolvió la sonrisa antes de tomarlo del rostro y llenarlo de besos sentada en su regazo.

—Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo. —Repitió muchas veces, sonriendo cuando el rubio la tomó de la cintura para que no callera.

—¿Por qué la pregunta? —El rubio la miró con atención y una sonrisa llena de confianza se dejó ver en el rostro de ella.

—Te tengo una adivinanza. —Respondió y Adrien ladeó la cabeza con evidente confusión.

—¿Vinimos aquí... para que me digas una adivinanza? —Cuestionó y la azabache asintió con ánimo. —Eres muy extraña, Marinette Dupain-Cheng, pero dispara.

∞ Infinite (Adrinette)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora