➵ CHAPTER SIX

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Cuando el reloj marcó las doce de la noche, la mayoría supo que ya era hora de ir cada uno a su rancho corte cenicienta, a algunos chetos los vinieron a buscar en auto y otros cazaron la bici y se fueron picando ya que bueno, la mayoría era del barrio. Louis tenía su celular en la oreja, escuchando los reproches de su mamá sobre lo tarde que era y Harry miraba un punto fijo, pensando en cómo poronga se iba a volver a su casa y en la cagada a puteadas que se iba a comer.

⎯⎯Si ma, dale ⎯⎯se escuchó decir al ojiazul antes de que cortara la llamada y se guardara bien el celular⎯⎯. Bueno, yo me voy yendo ya ⎯⎯dijo levantándose de la blanca silla de plástico.

⎯⎯Dale ⎯⎯contestó Zayn sin dejar de mirar la pantalla del teléfono. Tenía la casa hecha un kilombo pero ni se mosqueo en limpiar por lo menos un vaso.

⎯⎯Louis ⎯⎯lo llamó Harry⎯⎯, perdona que te pida esto pero, ¿me acompañas una escapada a mi casa? Es acá a una cuadra ⎯⎯pidió señalando el oeste, dea hablaba re neutro qué le pintaba.

⎯⎯¿No querés que te acompañe yo? ⎯⎯preguntó Zayn integrándose en la conversación, tremendo mete ficha.

⎯⎯No tranca, igual tengo que pasar por ahí, no hay problema ⎯⎯sonrió Louis subiéndose el cierre de la campera del Barcelona, sin dudas le debía un favor.

⎯⎯Bueno, cuídense dobolus ⎯⎯los saludó Zayn a ambos chocando puños y acompañándolos hasta la puerta. Harry y Louis asintieron y empezaron a caminar re cagados de frío esa cuadra tan turbulenta.

Literalmente había sido un toque, no habían tenido ni tiempo para charlar de algo porque ya se encontraban en frente de la casa de Harry, que por cierto, era la que más se destacaba en la zona por ser de otro nivel. El ruloso colocó la llave correspondiente en la cerradura y abrió la puerta.

⎯⎯Gracias Louis, posta ⎯⎯le agradeció con una sonrisa⎯⎯. ¿Nos vemos mañana en la escuela?

⎯⎯No es nada, nos vemos mañana ⎯⎯confirmó chocando puños y el ruloso pudo ver como Louis seguía su camino encapuchado y mirando desconfiado a todos lados. Se quedó en esa posición para asegurarse de que no le ocurriera nada al ojiazul hasta que ya no pudo verlo más por la distancia entre ambos, en ese momento colocó un pie dentro de la residencia procurando no emitir ningún ruido al cerrar la puerta.

Le rogó a san miguel arcángel y a cualquier otro santito pedorro que su viejo estuviera dormido plácidamente así se ahorraba las puteadas, o por lo menos retrasarlas hasta el día de mañana, pero aquello no le fue posible en lo más mínimo.

⎯⎯¿Te parecen horas de llegar? ⎯⎯escuchó el tono de voz firme de su papá proveniente de la cocina que hizo que un escalofrío le recorriera el cuerpo de pies a cabeza. Se acercó hasta el marco de la puerta de la cocina para escucharlo, ya que si no lo hacía entonces sería mucho peor⎯⎯. Tres veces te llamé Harry, tres ⎯⎯recalcó. El susodicho frunció el ceño hasta recordar que su celular, como siempre, se encontraba en modo no molestar. Por un momento sintió ganas de auto cagarse a trompadas contra el asfalto.

⎯⎯Perdón, te juro que no va a volver a pasar, pa ⎯⎯dijo Harry en voz bajita.

⎯⎯Ya me tienen los huevos por el piso tus "perdón" cada vez que te mandas una cagada, ¿no sabes hacer otra cosa que no sea pedir perdón? ⎯⎯preguntó el más grande acercándose a Harry, quien se reprimió las ganas de dar un paso atrás enterrando sus pies en la cerámica del piso⎯⎯, ¿no sabes hacer otra cosa que no sea mandarte una cagada atrás de otra?

Harry tragó saliva sin dejar de mirar fijamente a los ojos del chabon.

⎯⎯No te quedes callado, pelotudo ⎯⎯escupió con bronca y el de ojos verdes frunció el entrecejo, imaginando un centenar de situaciones en las que se rebela ante su papá. Aunque sabía que eso jamás sería posible, él era muy tímido y temeroso como para hacer semejante cosa.

el once ; larryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora