Luna llena (Sakura Card Captor-OTP Challenge)

🌸 Día 2 🌸

•| Haciéndose mimos |•

Yukito había invitado a Touya a su casa para realizar las tareas de la escuela, lo cual no era raro entre ellos porque se reunían casi a diario fuera de la escuela.

El detalle estaba en que ese día, los abuelos de Yukito pasarían el día fuera y llegarían tarde por la noche, estarían solos en aquella casa. Touya se sentía algo nervioso -aunque no lo suficiente como para demostrarlo- cuando veía la situación de esa forma porque era la primera vez que estarían en una casa solos desde que comenzó a verlo de esa forma.

Aún así, le restó importancia a sus nervios y decidió concentrarse nada más en su tarea, no pensar en nada más allá de ello.

Comenzaron a realizar sus actividades como era típico, hacían sus deberes de la escuela sumergidos en un intenso silencio y así transcurrió el rato. Touya miraba fugazmente al joven de cabello plateado a su lado, le parecía linda la expresión que ponía Yukito cuando se concentraba mucho en algo, como en los problemas matemáticos.

Lo miró atentamente hasta que, de repente, Yukito soltó el lápiz que usaba para escribir en el cuaderno las respuestas y estiró sus extremidades, ya había finalizado su tarea mientras que a Touya todavía le faltaba resolver unos ejercicios matemáticos, tardaba más a causa de que se distraía con Yukito.

Aún tenía tiempo para hacer la tarea, claro que lo tenía, pero en vez de seguir haciéndola y así no perder el hilo del asunto, decidió acariciar el cabello plateado de su mejor amigo en un gesto calmado.

Touya deslizaba sus dedos en esas hebras plateadas, dejando suaves caricias y mimos en la cabeza de su enamorado, quien estaba muy a gusto con ello, de hecho, se arrimó un poco hacia Touya para darle más cómodidad sin detener la muestra de cariño.

—Se siente bien que me mimes—comentó Yukito sonriendo, en verdad disfrutaba ser consentido. Recostó su cabeza en el pecho de Touya para dejarse llevar por aquellas caricias que recibía.

—Te gusta mucho que te mimen—dijo Kinomoto pasando sus dedos por la sien de Tsukishiro, terminando por llegar a su rostro. Pero no sé detuvo ahí, sino que más bien le dedicó las caricias a la mejilla de Yukito.

Touya pasaba su mano delicadamente por las mejillas de Yukito, frotaba su pulgar por toda esta e inclusive en una ocasión Touya llegó a rozar los labios de Yukito con sus dedos. Nuevamente eso no incomodaba a Yukito porque este creía que eso era otra cosa que hacen los amigos, asimismo, se dejó guiar por lo bien que se sentía ser mimado.

Touya le agradecía al universo la mera oportunidad de poder acariciar libremente primero esas suaves y lisas hebras de Yukito y luego poder tocar su rostro con total confianza, sin ser repudiado, sino que hasta aceptado. Era feliz por ello, aunque su inexpresivo rostro siguiera sin demostrarlo.

Yukito recostó aún más su cuerpo de Touya, solo para estar más cómodo mientras era consentido por las caricias y mimos del mayor.