Hecazura

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La vida de Amity era bastante solitaria por esos días. Ocasionalmente accedía a pasar tiempo con Boscha, sólo para arrepentirse más tarde. A veces le parecía que su antigua compañera de equipo nunca había superado la secundaria.

A sus hermanos los veía en la universidad, y muy, muy de vez en cuando, los veía por fuera. Ya fuera que se encontraran en un café o los invitara a su departamento, pasar el rato con los mellizos era agotador, divertido por momentos, pero agotador.

A sus padres no los veía desde hace meses, y no tenía intenciones de volver a verlos pronto. Las cosas no estaban para nada bien entre ellos.

Así que sus días consistían prácticamente en ir de su hogar a la universidad y de ahí al trabajo, en un pequeño café en el centro. No se quejaba. Prefería mil veces ese tipo de cansancio a tener que seguir viviendo con los Blight. De hecho, ni siquiera consideraba la opción de volver. No entendía cómo Edric y Emira podían aguantar esa situación. Esperarían a graduarse, le habían dicho. Los mellizos siempre habían sido muy diferentes a ella, encontraban la manera de salirse con la suya sin entrar en grandes conflictos con sus padres. Pero ella no, ella tuvo que ir y llevar las cosas hasta un punto sin retorno, tan dramática.

Ahora tenía que trabajar para costearse su alquiler, y estaba bastante segura de que en cualquier momento la iban a desheredar, pero era el precio que estaba dispuesta a pagar por su salud mental.

Este último tiempo, sin embargo, algo había cambiado. Se sorprendió de sí misma cuando notó que esperaba con ansias ir a la universidad. Especialmente aquellos días en que le tocaba compartir alguna clase con Luz. Patético. Absolutamente ridículo.

No es que hubiesen hablado muchísimo, todavía era muy poco lo que sabía sobre Noceda. Sabía que sus amigos se llamaban Willow y Gus, un día que se cruzaron en el pasillo los había presentado. Sabía que además de Azura, Luz tenía todo tipo de gustos freaky: el anime, la fantasía medieval, cualquier tipo de ficción que incluyera magia, etc. Y además podía hablar sobre las cosas que le interesaban durante horas.

A Luz le gustaba dibujar fanart, pero todavía no le decía cuál era su cuenta de penstagram. Luz usaba capuchas con orejas de gatito, tan estúpidas y adorables. Luz sonreía cada vez que se la encontraba y Amity odiaba eso porque la hacía sentirse rara y tonta y adolescente.

"Cómo es que no nos conocimos antes?" le preguntó un día la chica en cuestión, mientras compartían una mesa en la cafetería de Hexside, Luz devoraba una enorme hamburguesa mientras Amity solo bebía té. El lugar estaba casi vacío, las chicas recién salían de una clase y tenían algo de tiempo hasta la siguiente.

"No lo sé, estuve ausente el semestre pasado; pero eso no explica por qué nunca nos habíamos visto antes... de todas formas no es como si conociera a todos mis compañeros" Amity también había pensado en eso. Probablemente se debía a que, antes de la pelea con sus padres, ella vivía demasiado encerrada en su propia cabeza, demasiado ocupada con sus propios conflictos como para notar su entorno. Pero Luz no necesitaba saber tanto.

"Es cierto. Puedo saber por qué faltaste el semestre pasado? Si no querés contarme está bien." Luz parecía disculparse por haberse atrevido a preguntar.

Ahggg. Es muy pronto.

"Quizás en el futuro te cuente. Cuando nos conozcamos mejor"

"aaww! Estás pensando en ésta relación a largo plazo, Blight?"

Amity sintió como un leve rubor se apoderaba de sus mejillas "idiota", fue lo único que le salió decir.

"Bueno, si vamos a conocernos mejor creo que estás lista para ver mi fanart" Luz sacó su celular y se detuvo "Te iba a mandar el link y me di cuenta que nunca te pedí tu número"

Estúpidas mariposasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora