𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖚𝖊 ━ 𝐦𝐞𝐞𝐭 𝐦𝐞 𝐚𝐭 𝐭𝐫𝐞𝐞

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PROLOGO
Encuéntrame en el árbol

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Es hermoso vivir en una burbuja donde nada y nadie puede salir lastimado, donde todo es amor y diversión, donde sólo eres tú y tu mundo. Sin embargo, siempre llega la edad donde la vida real choca y revela la verdad de muchas cosas, sin excepción que sea parte del mundo mágico o pertenezca al muggle. Es la ley de la vida.

Ser niño es una joya que puede ser fracturada tan fácilmente afectándolo parcial o eternamente dejando una cicatriz que jamás desaparecería y sería un recuerdo de lo que solía ser obligándolo a crecer.

Para Laia, había llegado esa fractura a tan temprana edad, ansiando el resto de sus días volver a ver a su amado padre y él a ella.

Azkaban
( 1988 )


El frío del lugar era algo absurdamente terrible, había logrado tomar un viejo abrigo abandonado dentro de esos calabozos. Era de noche y podía ver a través de esa pequeña ventana con barrotes como esas figuras fantasmales custodiaban la fortaleza, vigilando cada movimiento y desliz del exterior y del exterior. Se acomodó en la dura silla en la que estaba y apoyó sus codos sobre la mesa, tomó la pluma y empapó la punta con un poco de tinta que le sobraba. Durante sus días en esa isla, estaba en constante batalla contra la energía negativa. Empezaba a olvidar cuántos días habían pasado ya, los meses se volvieron años y hace mucho que no veía a su familia y no era fácil mantenerse positivo. Se preguntaba cómo estaría su esposa, deseaba ver a su hermosa mujer de ojos azules. Se preguntaba cómo estaban sus pequeñas hijas, estaba casi seguro de que su hija mayor ya habría partido en el Expreso. Deseó haber podido estar con ella y ver su emoción al ir a estudiar. Su hija menor aún le faltaban unos cuantos años y seguramente se sentía bastante sola. Su esposa le había contado que ella había sido la más afectada ante su ausencia.

Su único remedio que tenía contra la demencia era escribir cartas para su familia, mantener su mente activa y pensar en ellas le hacía creer que era un buen escudo, al menos por un tiempo. Aún así, no podía hacer mucho contra su deterioro físico. Cada día le agradecía a ese buen Auror que constantemente llegaba a inspeccionar la fortaleza y lo ayudaba en lo que podía siendo el nexo entre las cartas y su destinatario. Su colaboración se veía limitada ya que con el simple hecho de tener una relación con Dante ya lo ponía en grave peligro.

Pensó un momento que escribiría en ese pedazo de papel. La primera carta sería para su pequeña hija, Laia.


Azkaban
De: Dante Park
Para: Laia Park
Ottery St. Catchpole, Devon.

𝐏𝐎𝐈𝐍𝐓 𝐎𝐅 𝐕𝐈𝐄𝐖 ━ 𝐶𝑒𝑑𝑟𝑖𝑐 𝐷𝑖𝑔𝑔𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora