𝐏𝐎𝐕 | 𝐶𝑒𝑑𝑟𝑖𝑐 𝐷𝑖𝑔𝑔𝑜𝑟𝑦
❝ ━Quiero amarme de la manera que tú me amas. Confiar en mí como tú confías en mí. Me encantaría verme desde tu punto de vista. ❞
━PRISIONERO DE AZKABAN / EL CÁLIZ DE FUEGO
━CEDRIC DIGGORY X FEM!OC.
━HARRY POTTE...
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•─────✧─────• Capítulo IV No soy tu amiga •─────✧─────•
—Hogwarts—
1993
El lunes de esa semana, las clases continuaban con normalidad. En la clase de Pociones, volvieron a ver a Harry Potter aparentemente recuperado de su terrible caída de veinte metros en el partido pasado del fin de semana. Unos murmuraban y otros le preguntaban si estaba mejor. Sin embargo, para Draco y sus amigos, era el objeto de burla durante la clase. Estaba tan feliz de su derrota que se había quitado las vendas ese día y hacía una imitación del pobre Harry cayendo.
—¡Miren, miren! —exclamó Draco con una sonrisa burlona. —¡Adivinen quién soy!
Tomó aliento y como si estuviera en un teatro, se colocó en personaje.
Snape observaba inexpresivo mientras se acercaba al chico Longbottom.
—¡Aawww! ¡Me desmayo, un dementor! —gritó como si se estuviera desvaneciendo, colocando su mano en su frente. —¡Atrápenme que me desmayo! —corrió hacia el otro extremo de la clase donde estaba Grabbe. Alzó sus brazos y como si se tratase de un ejercicio de confianza se dejó caer, pero Pansy empujó a Crabbe colocándose en su lugar atrapando a su Draco con mucho orgullo. Malfoy se incorporó con triunfo.
Los alumnos de Slytherin estallaron en carcajadas; incluyendo a Laia y a Polaris.
Laia sabía que estaba mal reírse, se había aguantado la risa, pero perdió toda capacidad desde el momento que vio correr a Malfoy como una florecita.
La mayoría de Gryffindor permanecieron callados, algunos —muy pocos— tuvieron el atrevimiento de reírse. Hasta el profesor Snape tuvo que aclararse la garganta y desviar la vista nuevamente en el caldero de Longbottom, recuperando su postura desaprobadora al ver que en el caldero había un total desastre. Neville Longbottom temblaba y sudaba temiendo ante lo que podría hacer Snape por su poción mal hecha, quizá pensaba que le daría otro castigo o puntos menos. Laia sintió tanta pena que tuvo intenciones de pasarle un pañuelo para su sudor y lágrimas.
