𝐏𝐎𝐕 | 𝐶𝑒𝑑𝑟𝑖𝑐 𝐷𝑖𝑔𝑔𝑜𝑟𝑦
❝ ━Quiero amarme de la manera que tú me amas. Confiar en mí como tú confías en mí. Me encantaría verme desde tu punto de vista. ❞
━PRISIONERO DE AZKABAN / EL CÁLIZ DE FUEGO
━CEDRIC DIGGORY X FEM!OC.
━HARRY POTTE...
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Capítulo V Un remedio para la melancolía
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—Hogwarts—
1993
Finalmente, después de una ardua semana llena de tareas y evaluaciones, había llegado el día en que iniciaban las vacaciones de fin de año. En el comedor, el desayuno se sentía mágico —más de lo usual—; había muchas caras felices y aliviadas de que se acercaban las fiestas decembrinas. Después de todo, se merecían esas vacaciones, lidiar con los dementores y con el miedo que apareciera Sirius Black a atacarlos no ayudaba de mucho para poder pasar las evaluaciones con una calificación aceptable.
Todos estaban en el comedor con sus maletas para irse al medio día en el Expreso, los fantasmas revoloteaban por el lugar saludando y despidiendo a los estudiantes que se irían a sus casas para las fiestas. También había estudiantes que pasarían las fiestas en el castillo, lo cual no era tan malo. Se decía que se servía un gran y exquisito banquete siendo exclusivamente para los maestros y el grupo de chicos. Ademas, Flitwick decoraba el comedor y colocaba un árbol de navidad tan hermoso. A Laia le parecía tentador quedarse en el castillo durante estas fechas, pero su madre siempre esperaba por ella y a su hermana con alegría y esa era la única motivación que le daba ir a su casa.
Laia aguarda a que Rachel apareciera para poder irse, Polaris decidió hacerle compañía. Sugar Quill emitía ronquidos estando muy cómodo en su cajita para gatos.
Polaris estaba sentada sobre su valija mientras observaba su muñeca con una mueca. Laia se preguntó qué pasaba por la mente de su amiga, pues el último par de días se la había pasado bastante ausente y pensativa. Cosa que era más común en ella que en Polaris. Era señal que algo no andaba bien.
—¿Sucede algo? —Le preguntó. Polaris elevó su cabeza llevando su atención hacia Laia. Parpadeó un par de veces antes de lograr responder.
—Sí, sólo pensaba en mi elfina... —le dijo. —Hace unos vi uno de los elfos de las cocinas y deseo ver a la mía otra vez.
