𝑰𝑰𝑰 ━ fears + quidditch = homesick

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•─────✧─────•Capítulo IIImiedos + quidditch = nostalgia•─────✧─────•

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Capítulo III
miedos + quidditch = nostalgia
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—Hogwarts—

1993


—¡Laia, Laia! —esas voces penetraron dentro de su sueño lo bastante placentero para no querer despertar: estaba teniendo el mejor momento de su vida en un gran concierto saltando y gritando el nombre de su banda favorita del momento; Las Brujas de Macbeth.

—¿Qué? —gruñó volteándose al lado contrario de la cama para ver de quién se trataba; era Polaris quien tenía una sonrisa peculiarmente entusiasmada.

—¡Levántate! ¡En una hora comienza el partido! —dijo mientras se colocaba su capa.

—Ugh, pensé que había entrado un trol... —resopló mientras se levantaba.

—¡Estoy muy emocionada por ver cómo aplastarán a Gryffindor! —exclamó su amiga ignorando su comentario.

Laia aún soñolienta, se sentó al pie de la cama y miró a la ventana; ese día estaba más gris que el día anterior e inmensas gotas chocaban con el cristal. Seguramente sería un desafío para los equipos jugar en esas condiciones.

Se colocó su ropa, su capa y bufanda, además de la lluvia había un terrible frío.

Fueron juntas a los baños de las niñas y para su sorpresa estaban bastante solitarios. Polaris no tardó en ponerse frente del espejo y hacer muecas desagradables hacia sus rojeces y de sus apenas visibles pecas. Laia se lavó el rostro y cepilló sus dientes. Polaris ya estaba en el proceso de arreglar su cabellera; acomodaba su sedoso cabello castaño de mechones negros que rosaban sus hombros con cada pasada del cepillo. Laia se pasó unas cuantas veces el cepillo sobre el suyo, de puntas a raíz que llegaba hasta su cintura baja. Se miró al espejo y quedó conforme con ponerse un broche en el cabello y ponerse algo de bálsamo labial.

Ese día sus ojos se veían más disparejos que de costumbre; se veía uno muy oscuro y el otro brillando en un azul casi gris claro. Siempre había personas que le preguntaban si estaba ciega de un ojo, pero para su suerte su vista era muy buena y a pesar de los comentarios hacia sus ojos no la acomplejaban.

𝐏𝐎𝐈𝐍𝐓 𝐎𝐅 𝐕𝐈𝐄𝐖 ━ 𝐶𝑒𝑑𝑟𝑖𝑐 𝐷𝑖𝑔𝑔𝑜𝑟𝑦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora