Galletas con Bismarck

Capitulo 3

Era un paraiso. Todo lo que podía ver era una hermosa agua azul clara, exuberantes palmeras y playas de arena blanca. Y ese era el problema. Navegábamos lentamente alrededor del archipiélago, buscando cualquier señal de nuestros cuatro submarinos perdidos, y hasta ahora, nada. Bajé los prismáticos y suspiré profundamente antes de acercarlos a mi cara por lo que se sintió como la quincuagésima vez. A mi lado, podía sentir la frustración brotando de Bismarck por la falta de progreso hasta el momento. 

–"Herr Kommandant , ¿puedo preguntarle algo?"– preguntó de repente, rompiendo el largo e incómodo silencio. 

Sin bajar mis binoculares, simplemente respondí: –"claro."–

–"Si me hubieras ordenado que no fuera, y yo hubiera ido de todos modos, ¿qué habrías hecho?"–

–"Habría hecho una llamada a la Royal Navy y habría enviado a toda la Royal Fleet para que volvieras a la base."–

Bismarck bajó sus propios binoculares y me miró con incredulidad. –"No lo harías."–

–“Oh, claro que lo haría. Haría que Hood misma te escoltara de regreso a la base, del brazo."–

–"¡Eso es simplemente cruel!"–

Me encogí de hombros. –"Quizás. Pero habría enviado un mensaje muy claro, ¿no? "–

–" Ja "–, asintió con la cabeza. –"Lo habría hecho."–

Hubo una breve pausa antes de que un pensamiento pasara por mi cabeza. –"¿Te habrías ido de todos modos si te hubiera ordenado que te quedaras?"–

–"No. Habría seguido órdenes, pero no te perdonaría jamás que me hubieras detenido. Y si U-556 no regresará ... "–

Cuando su voz se fue apagando, bajé mis binoculares y extendí la mano hacia ella. Mi mano tomó la suya y la apretó de manera tranquilizadora mientras le sonreía. –“No te habría ordenado que te quedaras en la base. Sé lo mucho que ella significa para ti y, como sea que termine, te mereces estar aquí para ello."–

Cualquiera que sea la respuesta que Bismarck iba a decir, fue inmediatamente olvidada por el sonido de la radio que cobró vida, llevando la voz de Tirpitz. –“¡Submarinos avistados! ¡Nos estamos moviendo a su posición!"–

Sin dudarlo, rápidamente agarré el auricular de la radio y pregunté: –“¿Quién es? ¿Tienes contacto visual?"– Bismarck y yo compartimos una mirada nerviosa mientras esperábamos lo que parecieron horas por una respuesta. 

La radio finalmente volvió a la vida y la voz de Tirpitz sonó de nuevo. –“¡Son U-101 y U-73! Están heridas, pero bien. Dijeron que se separaron para alejar a sus atacantes y no los han visto desde entonces."–

–"Comprendido. ¿Dónde fueron vistos por última vez?"–

–"U-101 dice que se dirigieron a tu lado del archipiélago."–

–"Entendido. Traiga a las dos aquí para que podamos llevarlas a la enfermería, y buen trabajo, Tirpitz."–

–"Gracias Señor. Tirpitz fuera."–

Con un suspiro de frustración, volví a colgar el auricular. –"Bueno"– comencé. –“Tenemos dos, al menos. Y sabemos que el resto están en nuestra área de búsqueda."–

Bismarck asintió lentamente, su expresión de descontento reflejó la mía, estoy seguro. –"Sin embargo, hay algo que me molesta."–

–"¿Qué es?"–

–“Si las Sirenas las persiguieran a través del archipiélago, sería lento para ellas. Incluso con el tiempo que nos llevó reunirnos y llegar aquí, deberíamos habernos encontrado con ellas, o al menos haberlas detectado. Entonces, ¿por qué no lo hemos hecho?"–