cap 3

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Corrimos por el pasillo tan rápido como pudimos, atravesando las puertas del CIC mientras corríamos hacia la radio. Tirpitz y Bismarck rápidamente comenzaron a obtener los códigos de cifrado del día mientras yo establecía la frecuencia. Una vez que su trabajo estuvo terminado, inmediatamente encendí el auricular. –"Manada de lobos, manada de lobos, al habla la base de Azur Lane, respondiendo a su llamada de socorro. Informe la situación de inmediato, cambio."–

Al principio, no había nada más que estática, y los tres compartimos una mirada preocupada antes de que volviera a intentarlo. –"Manada de lobos, al habla el cuartel general, responda, por favor. ¿Cuál es tu situación?"–

Justo cuando estaba a punto de ordenarle a Bismarck que reuniera una flota, la voz temblorosa de U-556 rompió el ruido blanco. –"P-Parzival r-reportando."– Esto estaba muy lejos del submarino confiado y emocionado que conocía, y creí escuchar un resoplido entre sus palabras. –"C-Comandante, hay ... hay ... algo mal con B-Bismarck. La vi aquí y ... y ... y ... "–

Por el tono de su voz me di cuenta de que apenas se mantenía firme, así que intervine rápidamente para intentar calmarla. –"Oye, oye ... Mantén la calma. Esa no era Bismarck."–

–"¿Q-qué?"– fue la respuesta atónita de Parzival.

–"Esa no era ella."– repetí, manteniendo mi tono lo más suave posible. –"Ella ha estado en la base toda la mañana. Te explicaré todo cuando llegues, así que necesito que regreses a la base de inmediato, ¿de acuerdo? ¿Puedes hacer eso por mí, 556?"–

–"S-sí señor"– respondió ella en voz baja, todavía claramente en estado de shock.

–"¿Estás herida? ¿Alguien de la patrulla está herido?"–

–"No ... ella falló."– Esas últimas palabras fueron como un cuchillo en mi estómago. Nuestros temores se habían hecho realidad: Parzival, al ver a la falsa Bismarck, pensó que era la verdadera, salió a la superficie y fue atacada. Pensar en ser traicionado por la persona en la que más confiabas en este mundo ... Me destrozó por dentro, y pude ver por el tormento en el rostro de Bismarck que también la estaba destrozando por dentro.

–"Bien bien. Nos veremos en los muelles, ¿de acuerdo?"–

–"Está bien ..."– De nuevo, pensé que la oí sollozar.

–"Nos vemos pronto. Cambio y fuera."–

Dejé escapar un profundo suspiro y me dejé caer contra la silla, sintiéndome de repente unos cincuenta años mayor que esta mañana. Tirpitz también parecía que había tenido un día difícil, y ni siquiera era el almuerzo todavía. Bismarck, por otro lado, parecía angustiada y distante, mirando fijamente el mapa, aparentemente a un millón de millas de distancia.

–"¿Estás bien?"– Yo le pregunte a ella. Ella no respondió. De hecho, no dio ninguna indicación de que me hubiera escuchado, todavía mirando al vacío. –"¿Bismarck?"–

Tirpitz y yo compartimos una mirada preocupada antes de que ella agitara la mano frente al rostro de su hermana. –"¿Hermana?"–

Todavía no había respuesta, así que puse mi mano sobre la de ella. El contacto fue suficiente para sacarla de su ensueño, y volvió a la realidad con un sobresalto. Ella apartó su mano de mí como si la mordiera, y sus ojos recorrieron la habitación antes de enfocarse en nosotros. Esos ojos tormentosos nos miraron fijamente por un momento, había un océano de miedo en ellos antes de que se desvaneciera lentamente detrás de la máscara que llevaba Bismarck. –"E-entschuldige (lo siento), Herr Kommandant ..."–murmuró suavemente.

Compartimos otra mirada preocupada antes de que señalara la puerta. –"Tirpitz, ¿podrías esperarnos en la otra habitación, por favor?"–

Sin objeciones ni comentarios, Tirpitz asintió obedientemente y salió, asegurándose de que la puerta estuviera cerrada detrás de ella. Ahora solos, devolví toda mi atención a la mujer que amaba. –"¿Estás bien?"– Pregunté, ahora muy preocupado por su bienestar. –"Te ves realmente conmocionada."–

Galletas con BismarckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora