♦️ Viernes ♦️

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Por si todavía no ha quedado claro esta historia transcurre un año después de "Un beso de mil dólares", pero no es necesaria leerla para entender esta.

Espero les guste el capitulo ❤️

•••

El año pasado hubo un festival por el catorce de febrero. En dicho festival Komaru se confesó ante Touko, debajo de las estrellas y las luces de los fuegos artificiales.

—Touko...—Dijo la pelinegra en voz baja—Hay algo que quiero decirte.

Komaru no vino al festival sola sino acompañada de sus amigas, más tarde se encontraron con Touko. Komaru la invitó a ver los fuegos artificiales con ellas, y cuando el momento se acercó le pidió a sus amigas que la dejaran sola con Touko.

"—¡A por ella, tigresa!"—Gritó una de sus amigas.

"—Espero que te diga que si, las shippeo un montón"—Añadió otra amiga.

"—¿Cómo debo combinar sus nombres? ¿KomaTouko o KomaFuka?"—Comentó otra amiga.

"—Mejor ToukoMaru"—Respondió la pelinegra antes de ir con Touko, lejos del resto.

Y ahí estaba la situación, mirando los fuegos artificiales, bajo la luna y las estrellas, absortas por el espectáculo. Una vez finalizado, ambas se quedaron un momento en silencio; Komaru trata de aclarar su voz pero sus palabras suenan torpes.

—Touko...hay algo que quiero decirte.

—¿Qué pasa?

Komaru no era capaz ni de mirarla a los ojos. Touko se veía hermosa a la luz de la luna, sus ojos brillaban con intensidad. Touko lo niega pero en realidad es bastante bonita, tiene un aura de misterio y elegancia que pocos saben apreciar.

Y claro, Komaru se moría de la vergüenza al tener que confesarle sus sentimientos a alguien así.

—Quería decirte que...que...que estoy feliz de estar aquí contigo.

—Para mi sorpresa, yo también, casi nunca disfruto salir de casa.

—También...quería decirte q-que...—Vamos Komaru, tú puedes—Que me gustas...

Touko, quién durante la conversación la estaba mirando, desvío la mirada hacía el cielo nocturno. No dijo nada, creando un silencio incómodo, de esas veces en que piensas "ojalá pudiera deshacer mi último movimiento".

—No hablas en serio—Afirmó Touko con una sonrisa burlona—Dime ¿estés es tu castigo por haber perdido una apuesta?

—¿Qué? No.

—¿Entonces te pagaron?

—No—Komaru no entendía nada.

—¿Quieres gastarme una broma? Porque no va a funcionar.

—Touko, estoy hablando en serio, no hay broma ni castigo, me gustas.

—No estás hablando en serio—Fukawa no lo pregunta, lo afirma. Es incapaz de reconocerlo porque cree que ni en este mundo ni en el siguiente alguien pudiera confesarse ante ella.

♦ El Camino que Rechacé ♦ (ToukoMaru) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora