𝐬𝐮𝐜𝐤𝐞𝐫 ► sam evans

𝐢 𝐝𝐨!

I LOVE YOU, NEVER DOUBT ABOUT IT

SAN VALENTÍN ESTABA A LA VUELTA DE LA ESQUINA. Y no solo la festividad se acercaba, la boda del señor Schuester y la señorita Pillsbury y el aniversario Olim también estaban a días de festejarse. El catorce de febrero es un día que conlleva mucha presión para cualquier pareja, ya sea oficial o no. Sam y Olive estaban desesperados mientras buscaban el regalo perfecto para su pareja, era la primera relación de ambos que duraba más de seis meses y querían rememorarlo como si fuera el último.

Mientras esperaban a que la reunión del club glee empezara, Rose y Anderson observaban a sus amigos. Sam estaba hablando con Artie y Olive con Brittany y, sorprendentemente, Kitty, seguramente ambos hablando de San Valentín y el regalo perfecto.

─¿Y si les regalamos una habitación de hotel? ─ Blaine volteó a mirar a Marley.

─No crees que es... no lo sé ¿raro?

─¿Una habitación? ¿Para ellos dos? ¿Solos? Marley, no seas ingenua. Sam arrastraría a Olive a cualquier habitación vacía si pudiera. El chico no es tan santo como parece. Y Olive menos. Diablos, señorita, esa chica te engaña con su apariencia. ─ comentó soltando un bufido, justo cuando el señor Schue entró a la sala.

─¡Club glee! ─ gritó, haciendo que todos voltearan a verlo y le devolvieran el abrazo que él les estaba ofreciendo a los newbies.

─Señor Schue, ¿cómo estuvo D.C.?

─D.C. fue increíble pero volví para quedarme. Primero, quiero darle las gracias al chico que logró salvar el club. El señor Finn Hudson. ─ todos voltearon a mirar al ex mariscal y comenzaron a vitorearlo con gran entusiasmo, causando que él sonriera tímido. ─ Ahora, la tarea de esta semana.

─Ojalá sea Britney de nuevo. ─ comentó Pierce ilusionada.

Los estudiantes que estaban alrededor del piano empezaron a golpetear el instrumento utilizándolo como tambor. El profesor se acercó a la pizarra y comenzó a escribir: "Boda".

─La señorita Pillsbury y yo finalmente nos casaremos y soy el hombre más feliz y más afortunado. Emma se encargó de las preparaciones y yo me encargaré del entretenimiento de la recepción. Aunque va contra la tradición, significaría mucho para los dos si, en vez de dar el discurso de padrino, Finn, cantaras. ¿Qué te parece?

─Ouh... Sí, claro. ─ respondió luego de unos segundos de desconcierto.

─Para todos los demás que no tienen gripe aviar, será en San Valentín y necesitamos canciones de amor para la recepción y el vals. Olive, Marley, ¿les gustaría cantar para nuestro primer baile? Emma lo amaría, las aprecia a ambas, y yo también.

─¿Quiere que cantemos en su boda? ─ interrumpió Tina, con una actitud cansada. ─ Eso es--

─Maravilloso. ─ completó Blaine, dándole una mirada reprochante a su amiga. ─ Será un honor.