5- Ejército de Dumbledore

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Esa mañana me desperté con una energía que hacía semanas no sentía.

Salí de la habitación con el cabello húmedo y ya vestida, y me senté en mi escritorio, donde reposaba un pergamino que Harry había escrito para mí hacía apenas unas horas.

Era una larga lista de hechizos y encantamientos con los que ya habían trabajado en la E.D.

Estaba realmente emocionada con la idea de formar parte de algo así, feliz de saber que Harry contaba conmigo para algo tan significativo para él.

Al parecer habían aprendido en su mayoría hechizos defensivos, entre ellos protego, muffliato, salvio hexia, petrificus totalus y arresto momentum. Habían comenzado con la práctica de sus patronus pero la gran mayoría aún no lograba hacerlo y el azabache me pidió extremo enfoque en ello.

También figuraban stupefy, expelliarmus, confundo y accio. Debía admitir que eran hechizos perfectamente seleccionados, y me sorprendía que hubieran logrado hacerlos en tan poco tiempo.

Aún quedaban cosas por hacer, eso era seguro, pero habían hecho un trabajo excelente.

Hice mi propia lista debajo de la de Harry y revisé mi itinerario antes de abandonar mi despacho y dirigirme al Gran Comedor.

Pensé en cómo disimular mi brazo herido, podía hacerlo pasar como el producto de una torpe caída cualquiera, pero nadie creería eso, al menos no en mi familia.

Mi camino de ida se vio interrumpido por varias conversaciones cortas y saludos de alumnos, retratos y fantasmas.

Se sentía bien estar una vez más en casa, a pesar de que muchas de sus preguntas estuvieran relacionadas con mi muñeca.

Al cruzar la puerta del salón principal encontré varios estudiantes sentados en sus respectivas mesas, mientras la de profesores yacía casi completa a excepción de mi asiento y el del profesor Binns.

-Buenos días- saludé al subir la pequeña plataforma.

-Alguien se despertó de buen humor- bromeó Pomona llevando una copa a sus labios-. Y por lo que veo tuvo otro de sus recurrentes accidentes, ¿que ocurrió?

-Diría que el aire de Hogwarts es embriagador- respondí de igual modo, sentándome junto a Sev-. Y esto no es nada, me doblé la muñeca intentando un ejercicio que Noah me enseñó.

-Por supuesto que lo es- me respaldó el director, sonriente, intentando cambiar de tema para regresar al anterior, gesto-. Aunque los días son cada vez más largos y atareados, ¿tienes mucho que hacer hoy?

-No realmente- contesté, sirviéndome un poco de café, a lo que Sev me ayudó al ver que no podía usar ambas manos-. Gracias... En realidad, me propuse no llenarlos de tareas que, al fin y al cabo, poco van a servirme.

-Me refería a tu nuevo proyecto con el muchacho- rió.

-Oh, hubieses comenzado por ahí- me mofé tomando un pedazo de pan del centro de la mesa-. Hoy mismo empezamos con las prácticas.

-Me alegra oír eso- comentó Minerva junto a Filius-. Es bueno saber que serás tú quien los prepare para lo inevitable. Si el Ministerio no planea dar la cara, alguien tendrá que hacerlo.

-Estoy de acuerdo- apuntó Flitwick-. ¿Sabes qué vas a enseñarles ya?

-Harry me pidió ayudarles a terminar con los patronus e hice una pequeña lista con escenciales que considero deberían aprender.

-¿Puedo ver eso?- Le extendí el pergamino desdoblado al profesor de Encantamientos, que lo leyó de modo tal que todos pudieran verlo también-. Bombarda Máxima... confringo... desmaius... diffindo... expulso... flipendo... fumos... homenum revelio... immobulus... oye, son increíbles, ¿estás segura que podrás con todos?

obliviate--- (Sirius Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora