Issha no Marco (Marco el fénix y tú) One Piece.

1: ________.

Mis manos temblaban como nunca, un sudor frío bajaba por mi nuca y por una extraña razón mi cuerpo simplemente parecía no querer reaccionar.

Si bien había ensayado demasiadas veces en el brazo de prácticas y hasta en mi propio brazo, es aterrador pasar de la teoría a la práctica con un verdadero paciente.

Ahora tenía riesgos reales y no podía cometer ningún error.

Lo único bueno de la situación era que aquél anciano se encontraba profundamente dormido, lo que facilitaba el trabajo.

— ¿Segura que puedes colocarle la vía intravenosa? —Marco, mi doctor encargado me miraba fijamente— Entenderé si crees que aún no lo puedes hacer, puedes dejármelo a mí-yoi...—

—Yo... Yo p-puedo hacerlo, Marco-sensei.

Ajusté mis guantes de látex y me acerqué al señor de la camilla ante la atenta mirada de Marco, respiré tan profundo como podía y ajusté el torniquete en el brazo del anciano.

Procedí a tantear la vena cefálica, que por suerte estaba saltando a la vista y limpié dos veces con el algodón bañado en antiséptico aquella zona del codo interno y una última vez con un algodón seco.

Preparé el catéter y revisándolo rápidamente procedí a insertar la aguja sobre la vena, justo como mis profesores de la academia me habían enseñado.  Presioné un poco la aguja con mi dedo para evitar una posible retracción por culpa del flujo de sangre y quité el mandril. Coloqué el adaptador venoso, retiré el torniquete y aseguré el catéter con el vendaje esterilizado.

 
El siguiente paso era verificar el líquido, que ya empezaba a gotear de una manera constante.

Mientras tiraba el material usado a la basura escuché como Marco se acercaba, parándose justo enfrente de mí.

— Vaya ________, para ser tu primera vez lo hiciste de maravilla. Muy bien hecho-yoi, estoy orgulloso de ver lo rápido que avanzas.

Marco acarició sutilmente mi cabello como muestra de apoyo, pero en reacción a su contacto sentí mi rostro y orejas arder, sabía que ya había enrojecido a más no poder. Siempre había sido una chica que se intimida fácil.

Por suerte el cubrebocas ayudaba a ocultar un poco ese enrojecimiento.

— Emmmm, tengo que registrar los datos del señor Takahiro. Si me disculpa, Marco-sensei...—

Me alejé de él y tomé la planilla del paciente, rellené todos los espacios y la dejé en su respectivo lugar. Sentía como mi corazón latía rápidamente en mi pecho, parecía como si hubiera acabado de tener una carrera.

Escuché como la puerta se abría y se cerraba, Marco había salido de la habitación del paciente.

Por fin podía dejar de sentirme nerviosa.

De hecho llevaba poco más de un mes trabajando a su lado y aprendiendo de él, siendo algo así como una enfermera a su cargo y mano derecha. Pero cuando Marco se acercaba demasiado a mí justo y como lo acababa de hacer, sentía mi cara enrojecer a más no poder.

Y esas pequeñas acciones cariñosas que Marco solía tener conmigo me hacían sentir un poco muy nerviosa.

Yo solo le podía rezar a San Gol D. Roger que Marco no se diera de cuenta de mi actitud infantil, aunque eso era algo que no podía evitar. Después de todo él es uno de los mejores médicos que tiene el hospital "Shirohige", toda una eminencia en el ámbito.

Y para mí Marco es el indiscutiblemente el número uno, por supuesto que su presencia es algo intimidante para una novata como yo.

Marco... Él es alguien realmente admirable, es un hombre fuerte, confiable, guapo y bonda... Espera, ¿Guapo? ¡Que cosas estás pensado, ________! Concéntrate, concéntrate.

Si tuve algún error con la parte técnica médica pido perdón ;-; investigué un poco e intenté hacerlo fácil de entender para una lectura rápida.