⭐Cap 9/ Revelación de 2 secretos?⭐

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La joven de talento no "definido" apodo dado por personas insoportables de aque- lla academia. Acostada en aquel sofá, mientras la cocina estaba llena de comida chatarra, sobrantes, o algunas cosas que no alcanzo a comer.

Había pasado una semana desde que las clases fueron suspendidas, para investigar al causante de aquel gran incidente que sufrió, dejando en establecimiento médico a estudiantes.

Y (T/n)...ella simplemente no tenía nada que hacer, solo quedarse a morir de aburrimiento total, sin fastidiar a los demás.

Pero lo que ella no se explicaba, era la razón de que su corazón sentía un vacío por la ausencia de aquel chico de cabellera verde, se sentía raro no tenerlo allí y sin escuchar su voz.

Estaba concentrada viendo aquella serie, hasta que la puerta comenzó a sonar, haciendo que su atención se vaya a esta. Con ligeras esperanzas que negaría, de que sea aquel chico de cabello verde que se preocupaba tanto por ella.

Y allí lo vio, vio a aquel chico empujando la puerta con su brazo, dando paso a otras tres personas más; Akamatsu, Saihara y Ouma.

Fingiendo desinterés, volvió a dirigir sus ojos (____) a la pantalla frente a ella.

—Vaya...si es verdad lo que dijiste...

Escuchar la voz del de orbes ámbar mencionar aquello, hizo que sintiera curiosidad.

—¿A qué mierda se refiere?

—Perdón (T/n), pero les dije nuestro pequeño secreto— Respondío el mayor de la familia Amami.

—¿¡Por qué mierda hiciste tal estupidez!?

Aquel tono de voz que la chica utilizo, dejo nervioso a Rantaro, el cual estaba intentando pensar en algo, que haga que la chica no perdiera más la paciencia.

Parecía como si la chica se había dado cuenta de eso, puesto a qué cerro los ojos, suspiro y clavó sus uñas el sus palmas.

Hasta que sintió como el dolor de su cabeza se hizo presente. Y escuchó aquella voz, aquella voz que era uno de sus mayores miedos.

Falta poco...~

Rápidamente, bajo la atenta mirada de los otros cuatro presentes, fue a la cocina para sacar aquellas pastillas que se le había dado, precisamente para controlar ese tipo de cosas.

Una vez tenía cinco en su mano derecha, volvió a poner aquella tapa azul en el recipiente para guardarlo en el lugar que correspondía.

Por último, se fue a su cuarto, dejando confundidos a los presentes, los cuales no quitaron su vista de el lugar donde fueron guardadas aquellas pastillas misteriosas.

—¿Para que son esas pastillas Rantaro?—Se atrevió a preguntar el detective, por la necesidad de tener información hacia la otra detective.

Kaede, ya sabía el por qué su compañero y mejor amigo estaba preguntando por aquello; cosa la cual no estaba de acuerdo, pero decidió quedarse en silencio, como si no supiera que estaba pasando o a qué venían aquellas palabras.

—Honestamente yo tampoco se— Respondió el de cabello verde con curiosidad, cosa que no pasó por alto en los presentes.

—¿Te parece bien si vemos que son?— Pregunto el de ojos ámbar.

Al ver cómo su amigo asentia con la cabeza, mientras preparaba platos parejos con la comida que había pedido la chica que ahora estaba en su habitación.

(T/n) Sadachi
Transtorno De Personalidad Múltiple
Cinco pastillas diarias

Al leer eso, enseguida su mente se puso a trabajar, hasta llegar a una teoría Su doble personalidad es la que atacó y fue la verdadera responsable de ese incidente.

Pero la descarto, por el simple hecho de que parecía ser algo más grande que eso, además, de que sería muy simple llegar a una conclusión así. Es entonces, en dónde su mente, volvió a trabajar, en dónde unió dos cosas, los escapes de las hermanas desesperación junto con (T/n). Dejando eso, como teoría principal, y la más destinada a ser correcta.

—. . .— El peli-verde se había acercado a su amigo, el cual no se dió cuenta de su precencia por el hecho de estar sumido en sus pensamientos. Pero el rostro de preocupación y sorpresa que su rostro presentaba, fue visto por el Ouma, el cual para sorpresa de todos, había permanecido callado prácticamente desde que entró a aquella casa, y la pianista quien no sabía cómo reaccionar o que decir, tan solo quedándose sumida en la sorpresa.

—Así que transtorno de doble personalidad... — La voz del dictador se hizi presente, haciendo que ambos chicos y la chica, dieran un brinco de sorpresa por las repentinas palabras que salieron de su boca.

El recipiente de las pastillas fue arrebatado de las manos del detective por el chico de cabello verde, el cual dirigió sus pasos para quedar frente a la pianista, al lado izquierdo del detective, el cual estaba detrás del dictador.

—Recetadas por Seiko Kimura...— Murmuró.

—¡Damelas!— Exclamó Saihara, enterrando la cabeza del pelimorado en su plato mientras tenía el otro brazo extendido en dirección al mayor de los Amami.

La pianista quedó con la servilleta que en ese momento estaba utilizando siendo sostenida por una de sus manos en su boca, mientras que la otra estaba sobre la mesa, mirando como el detective seguía sosteniendo la cabeza del más bajo quien luchaba para poder respirar.

—¡Shuichi!— El grito de la rubia. Una vez tenía la atención de los dos más altos, apunto el brazo derecho del peliazul, haciendo que ambos dirigieran su mirada allí, viendo al dictador luchando.

—¡Ouma!

[. . .]

La chica se encontraba con su delineado todo corrido por las lágrimas, sus brazos estaban llenos de cicatrices, desde sus muñecas, hasta su codo en ambos brazos. Las uñas que había tendió largas por meses se habían ido y tenía su cuello con marcas de que se había rascado. Ahora se encontraba sentada, apoyando su espalda en su cama mientras tenía su cabeza apoyada en sus rodillas viendo la serie que reproducía la televisión para que los presentes en el piso de abajo no escucharán sus sollozos y jadeos.

Se había tomado las pastillas ya, pero el dolor de su cabeza no desaparecía, simplemente estaba allí, pero más leve que antes, cosa que la aliviaba bastante.

Fue a su mesa de noche para sacar unas vendas blancas las cuales puso suavemente en ambos brazos.

Una vez tenía las vendas en sus brazos, abrió las dos ventanas que su cuarto tenía para poder respirar y regular su respiración más lo rápido posible.

Por más que quería regresar al pasado y evitar que su yo del pasado evitará conocer a aquellas dos chicas no podía, ellas la habían transformado en eso y por más que quisiera ser alguien normal, alguien feliz como los demás, eso la amarraba a ellas.

Tan solo se sacó sus zapatillas y calcetines junto con su cinturón para ponerse dentro de aquellas ropas de su cama.mientras seguía viendo la televisión.

¿Que es la libertad?

Troblemaker - Rantaro Amami - Reescribir/Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora