🥀Flores🥀

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Contenido +18 léase con responsabilidad.
Quien no le guste favor de no leer.

Flores, hermosas flores de muchos tipos se podían apreciar en el hermoso jardín dentro del Palacio, si la Reina madre de Ramsés aún estuviera con vida se sentiría feliz y orgullosa de ver que su jardín seguía con tanta vida.

El viento movía las flores, las acariciaba, el sol por otra parte las hacia brillar, delicadas flores que solo ellas eran testigo de todo lo que ocurría en ese momento.

—Ahhh~ Ramsés para —profirió Moisés entre gemidos y jadeos.

Ramsés quien tenía a Moisés encima de su regazo se dedicaba a mover sus caderas penetrando, llegando profundo, tocando las sensibles paredes, estimulando en cada estocada el punto dulce de Moisés que tenía las manos atadas atrás de su espalda sin posibilidad de hacer nada más que disfrutar y lamentarse de los tratos salvajes de Ramsés.

—Me encanta llegar tan dentro ti —gruñó extasiado Ramsés —Tan caliente.

Los dedos de Ramsés se clavaban en la cintura de contrario dejando marcas, su boca solo se dedicaba a morder toda la piel que pudiera alcanzar, dejando aún más marcas, demostrando así que todo Moisés era suyo, no importaba si nadie veía estas, con que Moisés supiera bien su posición para él era suficiente.

—¿Lo sientes verdad?

El Rey pellizco los pezones del hebreo mientras lo besaba con rudeza mordiendo sus labios, introduciendo su lengua inspeccionado cada rincón de la cavidad, saboreando los ruidos de éxtasis que salían de su garganta, Ramsés continuo bajando sus "caricias" hasta llegar al miembro duro y necesitado, comenzando a masturbar lentamente, movía su mano de arriba abajo, en círculo, deteniéndose de vez en cuando a tocar la punta con sus dedos, apretaba fuerte pero se detenía por tiempos para evitar así que llegará al punto máximo, haciéndolo sufrir de esta manera por estar al límite y no poder llegar.

Ramsés abandono los labios para concentrase en el cuello, haciendo más marcas de amor, primero besaba con delicadeza pasando la lengua, tanteando terreno para seguidamente encajar sus dientes dando pequeñas mordidas y finalizaba nuevamente estas con un beso.

Oh Moisés ahora mismo estaba echo un lío, se sentía en las cielo al mismo tiempo que en el infierno, su cuerpo estaba ardiendo, sentía dolor y excitación, su mente estaba nublada, sumergida profundamente en todo lo que Ramsés le ofrecía, el miembro de Ramsés entrando una y otra vez lo hacían sentir tan pero tan bien que deseaba estar así toda la vida, no quería que Ramsés parara, quería seguirse sintiendose lleno, pero Ramsés como siempre no le dio el gusto si no que salió de él.

Se balanceaban de un lado a otro, tan tranquilas, moviendo sus hojas y sus pétalos presumiendo lo hermosas que eran, sin preocupaciones, ¿porque tendrían preocupaciones?, las flores no tienen preocupaciones, son flores.

Ramsés empotró a Moisés en una de las paredes cerca, introdujo de golpe todo su miembro, tomó la pierna de Moisés y la apoyo en su hombro dando así embestidas precisas, llegando aún más profundo que antes.

Veía la cara de excitación en Ramsés, como cerraba sus ojos y soltaba pequeños suspiros cada que entraba en el, admiro en secreto su trabajado cuerpo, anhelando tocarlo, sentirlo, quería aferrarse a el y besarlo nuevamente —Quítame las cuerdas —Suplicó entre jadeos —quiero tocarte.

Ramsés no contestó, ni tampoco hizo caso a la petición, solo se detuvo mirándolo fijamente observando sus ojos dilatados llenos de lágrimas, sus mejillas rosadas perladas de sudor, su pecho bajando y subiendo agitado, se dio cuenta de lo que generaban sus acciones y se sintió satisfecho, llevo una de sus manos hasta las mejillas de Moisés para acariciarlas, acerco su rostro y depósito un sube beso en ellas.

—shhh, guarda silencio.

Su mano descendió tomando el miembro olvidado, lo comenzó a estimular a la par que las estocadas que daba, Ramsés estaba llegando a su límite y quería que Moisés llegará junto con él.

—Ahh...aah...Ramsés no puedo, yo...

Una última estocada fue dada ocasionado que el cuerpo tembloroso de Moisés, se arquease, elevando las caderas contra la pelvis de Ramsés, había llegado al clímax corriendose entre ambos, manchando todo su abdomen y el contrario. Su recto se contrajo aprisionando así el falo de Ramsés, succionándolo involuntariamente.
Ramsés apretó con fuerza la cintura de Moisés, sintiendose tan bien, llegando igual al clímax al mismo tiempo, se echo hacia atrás casi saliéndose por completo para arremeter con fuerza culminando dentro de este, recargo su cabeza en el hombro de su pareja soltando suspiros y gemidos. Moisés por su lado disfrutó de la sensación de sentirse lleno de el líquido espeso que expulsaba con cada pulsación el miembro de Ramsés, de escuchar el placer ajeno, de los sonidos que expulsaba, de como se acurrucaba contra él.

Ambos yacían cansados, sus respiraciones aún se encontraban agitadas, el calor en sus cuerpos aún no bajaba por completo así que descansaban aún contra la pared unidos.

Ramsés cuando se encontró recuperado desató las manos de Moisés, junto sus frentes y lo observo a los ojos dedicándole una sonrisa llena de amor.

Mi pequeña flor del Nilo, Te amo tanto

Ramsés saco su miembro y sostuvo entre sus brazos a Moisés cargandolo hasta el "Sillón" cubriéndolo con las telas de seda que se hallaban ahí, lo recostó contra su pecho y depósito un suave beso en su frente.

El sol había bajado comenzando a ocultarse y las flores del bello jardín comenzaron a cerrar sus pétalos, descansando, guardando en secreto todo lo que había ocurrido ahí.

Cortos • MoisésxRamsésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora