---──── •✿• ─╮Yang Jungwoon solo quería conocer que era Volar con libertad. Hanna disfrutaba de la libertad pero. . . ¿A qué costo era? No pensaba que llegar a la vida de aquel chico de hoyuelos traería tantas consecuencias solo. . .
Para acompañar...
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"──¿Hanna? ¿No deberías de estar en el hospital?.── murmura confundida la pelivioleta ante la presencia de la azabache de ojos azulados en la puerta de su casa.
──Recorde que hoy es tu cumpleaños Yuri Unnie .──murmura tímida con sus brazos detrás de la espalda── Me sentiría sumamente mal de no venir a felicitarte, aunque. . . Es bastante noche. ──pasando su mano en su cuello.
Yuri se percatóde las cortadas en los dedos de la menor, ¿preocupándose? Por esas heridas envueltas en curas que pese a ellos se teñian levemente del color rojizo que muchas veces a visto en su larga vida.Permitiódejándola pasar sonriendo levemente al verla caminar por lo que se consideraba "casa"; se dirigió a la cocina para darle un vaso con agua sentándose frente a ella.
── Unnie. . . Uhm. . . Feliz cumpleaños. ── colocando un pequeño pastel en la mesa junto a una caja de regalo del mismo tamaño── Se que no es mucho. . . Trabaje bastante para comprar esto para ti y . . .
La ojiesmerlada abrazó con fuerza a la ojiazul, por unos momentos se sentía ¿humana? Realmente ¿Era tan puro el corazón de Hanna?"
──Hey, idiota despierta.── golpeando la pierna descubierta de la chica ──Estamos vigilando para que JungKook termine el contrato con el Ángel, así por fin también cumplo el mío para subir de nivel.
──No creo que sea tan fácil Juyeon. Te falta bastante almas para tener un puesto mayor, aún sigues siendo el número 12 o puedes matar a número 11 no creo que le moleste mucho.── riendo sarcástica── En estos momentos también puedo acabar contigo.
Juyeon sonrió de lado aunque por dentro se estaba muriendo de nervios, conocía de antemano que la habilidad de número cinco era peligrosa y ni hablar de número cuatro que era uno de los pocos demonios vivos dentro de la posición. Observó nuevamente a las dos figuras a lo lejos a un lado estaba Jungkook y al otro la chica llamada Hanna.
De reojo miro a la pelivioleta que apretaba con fuerza un collar elaborado a mano; como si dependería de su vida y aquello le causó suma curiosidad de las acciones de la demonio, también notó que miraba fijamente al Ángel que portaba su espada con fuerza.
──Acaba de lastimar a Jungkook.── murmura al visualizar la espada enterrada en la pierna del chico── Es fuerte. . .
── Sigue siendo un Ángel renacido, no tiene mucho poder. ──restandole importancia── ¿La conoces?.
──¿A ella?. ──murmura apartando su vista de la pelea ──Claro, es un Ángel todos conocemos a los estupidos ángeles.
──Repito la pregunta. ──sujetando con firmeza el mentón de la pelivioleta── ¿La conoces?.