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La joven azabache miraba entre confundida y preocupada ante  la reacción del humano; no esperaba que reaccionara de tal manera al descubrir su identidad en específico, con timidez su mano acariciaba el suave cabello azabache e inevitablemente sonr...

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La joven azabache miraba entre confundida y preocupada ante  la reacción del humano; no esperaba que reaccionara de tal manera al descubrir su identidad en específico, con timidez su mano acariciaba el suave cabello azabache e inevitablemente sonrió por las expresiones que realizaba dormido. Su dedo trazo un camino desde la frente hasta el cuello de él provocando un cosquilleo en el interior del chico logrando que poco a poco abriera sus ojos.

── Hola. ──susurra con una suavidad que calentó el corazón de él  ──Perdón por eso. . . No era mi intención asustarte Jungwon, pero inclusive para mi es sorprendente que un humano logre verme.  ──acariciando con delicadeza las hebras oscuras que cubrían los cálidos ojos del joven.

Jungwon se encontraba sumergido en la belleza efímera que mostraba aquella chica; su largo cabello azabache con delicados rizos en sus puntas, los mares azules que brillaban en las cuencas de sus inexpresivos ojos, la suavidad con la cual lo tocaba como si fuera lo más delicado del mundo que con cualquier toque pudiera quebrarse, su vestido blanco le daba una apariencia más hermosa que destacaba su cremosa piel blanquecina y la leve sonrisa que adornaba el rostro.

Era como ver una obra de arte. . . Lleno de pureza mientras que él.  . . Se encontraba manchado de impurezas, inseguridades, miedos y ansiedad.

──¿Quién eres?. . . O mejor dicho ¿Qué eres?.── tomando la pequeña mano de la chica para sentarse alejado unos centímetros.

──Se puede decir que soy tú Ángel guardián.── encurvando una leve sonrisa ── Me fuistes confinado a cuidarte, pero no estaba en los planes que pudieses verme. ──susurra mirando la ventana que alumbraba por los rayos de la luna que adornaba un cielo estrellado.

──¿Ángel?. ── una de sus manos oculto su rostro  ──Esto . .  Esto. . . Es ilógico.  ──riendo de manera sarcástica ── ¿Cuidarme? No crees que es algo tarde.

──No.

Jungwon retiró su mano observando a la fémina que no retiraba su mirada del cielo, sus ojos bajaron lentamente a la vestimenta de ella. El vestido blanco que utilizaba era simple pero al mismo tiempo hermoso luciendo perfectamente con ella. . .

──Fue tarde cuando renací como Ángel, mi sunbae me trajo a la tierra dándome tú caso. No tenías un guardián a tú lado desde que naciste y cuando conocí lo que pasaba. . . Trate de cuidarte lo más posible. ── recargando su cuerpo contra la pared juntando sus piernas al pecho.

Él suspiro lentamente mirando el perfil de ella, por unos instantes se centró en los mares azules de sus ojos, parecían una galaxia en su interior por la cantidad de brillos que relucian e incluso creía haber visto un tinte lila adornalos. Su mano se acercó a ella con intención de acariciar su mejilla, tenía curiosidad.

Pero la pequeña mano de ella sostuvo la suya evitando que la tocara, pese a ello lo reconfortaba el calor que desprendía su mano.

──Hanna. ── susurra trazando pequeñas lineas imaginarias en el dorso de su mano.

𝐒𝐲𝐦𝐩𝐡𝐨𝐧𝐲 𝐨𝐟 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥 ✓ 𝐘𝐚𝐧𝐠 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐰𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora