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──¿Hanna?

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──¿Hanna?.

Al escuchar su nombre ser pronunciado, giró lentamente su cabeza encontrándose, a uno de sus superiores caminar hacia ella con una sonrisa emocionada y rodeandola en un fructífero abrazo sin esperar tener una respuesta inmediata de parte de la menor.

──¿Minghao sunbaemin?. ── susurra contra el pecho del serafín completamente confundida de verlo en los terrenos bajos del cielo y no estar al lado del creador.

──A pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi renacer.── separándose  de ella sujetando con suavidad los hombros descubiertos de la menor ── Tus zafiros siguen siendo igual de inexpresivos y al mismo tiempo cálidos, como ese día.

La azabache inclina lentamente su cabeza confundida por las palabras que decía sunbaemin; no recordaba con exactitud el día que renació como un Ángel, solamente en su memoria tenía presente las miradas de varios serafines, querubines, arcangeles y ángeles rodeandola. Mientras que ella sólo estaba en una laguna cristalina con un simple vestido blanco, no conocía a nadie, no comprendía lo que ocurría y lo último que miro ese día fue la sonrisa cálida de Heeseung Sunbaemin.

Después de algunos días para recobrar la conciencia quedó bajo el cargo del pelirrojo, caminando en la tierra, vigilando humanos al azar, tratando de comprender a la actual humanidad porque en su cabeza no existía recuerdos de su vida pasada. Por lo que, intentar ser más expresiva para sus compañeros o superiores eran. . . Una misión difícil.

──Usted sigue viéndose igual Sunbaemin. ── susurra apartando las manos del mayor  ──¿Qué hace en este lugar?.

──Sólo estaba de paso, mis demás compañeros están con el creador como debe de ser. ──sonrie acomodando sus lentes  ──Espero que tú trabajo siga en una buena posición Hanna.

La azabache levantó su vista mirando fijamente los ojos grises del serafín de cabellos castaños frente a ella. Minghao hasta cierto punto le causaba confianza al ser uno de los pocos cercanos al creador con el cual conversaria de temas importantes.

──Sunbaemin. . . ── susurra llamando la atención de él ── ¿Por qué no tengo alas? .  . . Todos mis compañeros tiene e incluso los angeles que renacieron minutos antes que yo, las tenían ¿Hice algo muy malo?  ¿Fui demasiado mala en mi anterior vida?.

El castaño agita la cabeza negando  sus palabras, palmeando con cariño el cabello azabache de la menor para arrodillarse frente a ella siendo por completo el centro de atención de todos los seres espirituales a su alrededor ¿Por qué?. Porque un serafín no se debe de arrodillar ante un ser inferior a su posición.

──Nunca hiciste nada malo Hanna, al cambio fuistes una humana buena, gentil y amable con todos. Sin importar que vivieras en la pobreza, viviste feliz con lo poco que tenías. . . ── soltando un suspiro sosteniendo las pálidas y pequeñas manos── Lo único malo que hicistes fue aceptar un contrato. . .

𝐒𝐲𝐦𝐩𝐡𝐨𝐧𝐲 𝐨𝐟 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥 ✓ 𝐘𝐚𝐧𝐠 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐰𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora