𝐒𝐲𝐦𝐩𝐡𝐨𝐧𝐲 𝐨𝐟 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥 ✓ 𝐘𝐚𝐧𝐠 𝐉𝐮𝐧𝐠𝐰𝐨𝐧

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──Minghao Hyung.

El castaño escuchó la voz masculina de un Ángel por lo cual le indicó a sus compañeros que avanzaran mientras se encargaba del chico. Al girar fue inevitable no sonreír por el joven de cabellos rojizos al frente.

──Heeseung a pasado un buen tiempo desde que te vi.── bajando las escaleras con la gracia que tenía un serafín, su vestimenta blanca con tonos celestes brillaban con la suavidad que los rayos de luz brindaban.

──Creo que suficiente para no recordar estos dominios.── inclinándose levemente al mayor ──No es mi responsabilidad preguntar esto porque no soy su guardián pero. . .

──¿Vienes a preguntar por Yang Jungwon?.

El asentimiento de cabeza fue la respuesta a las dudas del serafín, quien soltó un suspiro cansado cruzando sus brazos mirando a ambos lados como si evitara que descubrieran una travesura a realizar.

──No conozco mucha información de él  porque como dijiste. No es nuestra responsabilidad,  dejó de serlo al momento que Hanna intervino y su destino la llevó a él,  pero. . . Por lo que ocurrió hace días implica colocar manos en el asunto.

──Juyeon. ──apretando sus puños dejando sus nudillos de un color blanquecino por la fuerza que ponía a esa acción── ¿Por qué?.  ──murmura entre dientes impotente de recordar la mirada de lo que alguna vez fue su, propio hermano mayor.

── Heeseung. ── las manos del serafín se colocaron en los hombros del pelirrojo── Deberías de tranquilizarte. . . Juyeon tomó un mal camino y tú debes de seguir en el camino correcto. Sabes que tarde o temprano tendremos que acabar con lo que alguna vez fue tú hermano.

──Lo sé Hyung, lo sé . . . Pero es difícil de aceptar en lo que tu propia sangre se a convertido.──susurra con sus ojos cerrados intento calmar sus lagunas de angustias que provocaban reacciones indecorosas en su interior  ──A veces quiero regresar el tiempo atrás para enmendar los errores que cometió Hyung.

──El hubiera no existe. Lo que pasó no se puede enmendar, nadie puede hacerlo solo el mismo Juyeon que decida aceptar sus pecados, se suponía que tendría que pagar primero. . . Pero no todo salió como se debía. ── suspira apartando sus manos de los hombros del pelirrojo sin antes brindar leves caricias en la cabeza del menor.

──Al final se convirtió en lo que más
odiaba. ── apartando algunas lagrimas rebeldes que bajaban por sus pálidas mejillas tersas que se adornaban por un tenuante colorete rojo ──Debo de regresar a cuidar a Jay.

──Comprendo. ──cruzando sus brazos sin borrar aquella característica sonrisa de su rostro──Hicistes un gran trabajo con Jay, cambiaste por completo lo que alguna vez fue. Espero que Hanna consiga que toda aquella tristeza, soledad, impotencia y desesperación se aleje por completo del humano Jungwon.