Capítulo 2

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Después de abandonar la fiesta le pedí a mi chofer que me llevara al hospital, me sentí aliviada al no volver a cruzarme con Emma el resto de la noche, además pasar la noche con Mal me hizo sentirme mejor, me contagio un poco de su energía y por un momento olvide todos los problemas que tengo. Recargue mi cabeza en la ventana y mientras observaba las calles me quede dormida, desperté justo cuando el auto se detenía frente al hospital, le pedí a mi chofer que me esperara y baje del auto, mientras caminaba hacia la habitación privada que tenia mi padre iba pensando en alguna estrategia que me ayudara a levantar la empresa, soy muy consciente de que lo que necesita en este momento la compañía es recibir una fuerte inversión y una mano firme, lo irónico es que la persona que cumple con ambos requisitos sea mi tan querida exesposa.

Swan estaba muy segura de que la recibiría al otro día y a pesar de las ganas que tenia de mandarla al diablo con todo y su estúpida sonrisa arrogante, Emma había insinuado que estaba dispuesta a ayudarme y no puedo darme el lujo de rechazarla por mucho que la odie, no si eso podía salvar los empleos de todos mis trabajadores.

No me habría enterado de todos los problemas económicos que tenia la empresa de no haber sido por el infarto que papá había tenido tres semanas antes, el médico dijo que había sido provocado por el estrés y aunque solo había sido un infarto, había repercutido bastante en la salud de mi padre, otro infarto por mas pequeño que fuera podría asegurarle la muerte, esa es la razón por lo que está internado en el área de cuidados intensivos.

- Hola mamá- lo digo mientras entro a la habitación.

- Hola cariño ¿Cómo estuvo la fiesta? – me agache para dejar un beso en su mejilla.

Cora Mills es ese tipo de mujer que te inspira protección con solo una mirada y te hace sentir seguro cuando te abraza, es como si todos los problemas se esfumaran.

- Estuvo... bien, lo importante es que es para ayudar alguna causa que lo necesité – me encogí de hombros

- Te noto cansada cariño ¿estas durmiendo bien? - mamá me lanzó una mirada preocupada.

Desde antes de que mi padre sufriera el infarto, él la mantenía al margen de los problemas de la empresa para no preocuparla, es por eso por lo que yo me esfuerzo por resolver toda esta situación sin decirle nada de lo que pasa.

- Estoy bien mamá, solo ha sido un día agotador, te prometo que en cuanto llegue a casa me iré directo a la cama – le di una pequeña sonrisa para no preocuparla más- ¿Como sigue papá? – cambie de tema para que ella no empezara un interrogatorio.

- Ha mejorado, el doctor dice que pronto podría salir del hospital si sigue así, aunque le advirtió que no podría volver al trabajo, no quiere arriesgarse y que tu padre pueda volver a sufrir un infarto, si tan solo me dijeran que sucede... – mamá soltó un suspiro y se mordió el labio, en su mirada seguía plasmada su preocupación, solo que esta vez su mirada estaba dirigida hacia mi padre.

- No quiero que te preocupes mamá, sé que será casi imposible impedir que el vaya a la empresa, pero necesita pensar en su salud, si es necesario lo amarraremos a la cama – solté en tono de broma para lograr que mama se relajara por lo menos un poco – Por el momento yo estoy a cargo y si todo sale bien, creo que pronto le podre dar buenas noticias – le solté con una ligera sonrisa.

- Tú y tu hermana son un gran alivio Regina, no sé qué haría sin ustedes – dijo mientras tomaba mi rostro entre sus manos y me daba un beso en la frente.

- Bueno, no tienes por que pensar en eso, porque afortunadamente nos tienes a nosotras – le sonreí – ahora lo mejor es que tú también trates de descansar, si papa se entera que no te estas cuidando se sentirá peor.

I can't believe you anymoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora