Capítulo 17

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¿Amor? ¿Honor? Me apoye en el reposabrazos de un sillón que estaba cerca, ya que las piernas me temblaban.

¿Todo este tiempo había tratado de decirme que me amaba? ¿Qué siempre me había amado? Aunque aún dudaba de las conclusiones a las que había llegado, las piezas de este rompecabezas comenzaban a encajar, sus motivaciones para ayudar a mi familia y su insistencia en casarse conmigo, había hecho todo eso... porque me amaba.

Anhelaba que eso fuera cierto, pero las dudas seguían ahí, antes ella me había hecho suponer que me amaba, solo para después herirme de una forma demasiado cruel, no podría pasar por todo aquello de nuevo. No entendía porque si me amaba no me lo decía y ya, siempre necesita mantener todo en misterio, me decía a mí de mi orgullo, pero que hay del suyo y supongo que no le he dado muchas razones para creer que me fascinaría la idea de que me declarara su amor.

Quizás me equivocaba, pero debía saberlo de un modo u otro, era preciso que el resolviera porque de eso dependía todo nuestro futuro. me di prisa en regresar el libro a su lugar antes de salir y caminar hacia la terraza, sin embargo, Emma no estaba ahí ni tampoco en la sala, supuse que estaría en la habitación así que me dirigí hacia ahí.

La encontré de pie en el balcón de la habitación, tu silueta era iluminada por una luz tenue de una de las lámparas de noche, las veía que la cubría y su pelo húmedo me indicaron que acababa de salir de la ducha, por un instante vacile en acercarme, después bien quitar los zapatos y caminé hacia ella, algo en su porte me decía que no me acercara, pero esta vez no pensaba acobardarme.

- ¿Emma? – mi voz salió prácticamente en un gemido que casi no logré oír, Emma se puso rígida - ¿Emma? - esta vez estiré mi mano para tocarle un hombro, con un gemido giro y me cogió entre sus brazos.

- ¡Gracias a Dios! eres una mujer dura y creí que jamás vendrías – exclamo con emoción e inclino su cabeza.

- No, Emma yo... - sin embargo, no logre continuar porque sus labios se estrellaron en los míos.

Me besaba con tal pasión que no había lugar para las protestas, antes de luchar, pero mis manos me traicionaron cuando apreté su piel para incitarla a que se acercará aún más. el gemido de satisfacción que salió de los labios de Emma hizo que sintiera un hueco en el estómago y me di cuenta de que yo también estaba gimiendo mientras correspondía sus besos con la misma pasión. cuando por fin logra apartar mi boca de la de ella respiré con fuerza para recuperar el aliento.

- ¡Espera! – dije con mi último resquicio de cordura.

- Es demasiado tarde para esperar cariño – levanté mi cabeza, sus ojos llenos de pasión se clavaron en los míos – Las dos deseamos esta ¿cierto? – pregunto con voz ronca y yo fui incapaz de negarlo.

Ella tenía razón ¿Para qué usar las palabras, sí nos podíamos comunicar de esa manera? Así que el motivo por el cual estaba buscándola desapareció ante la necesidad urgente de ser suya.

- Sí – gemí – Las dos lo deseamos.

De inmediato se me corto la respiración al sentir los labios de Emma en mi cuello, sentía el pulso acelerado.

- Te necesito Gina ¡Dios! No sabes cuánto te necesito esta noche – respiro fuerte y ante dicha afirmación estaba perdida, apenas y logré darme cuenta del momento en el que mi ropa desapareció, me había desnudado con gran maestría y rapidez.

Antes de llevarme a la cama se quitó la toalla, la sensación de su cuerpo pegado al mío desprovisto de cualquier prenda era deliciosa y sentía como mi cuerpo temblaba por la anticipación, deseaba sentir aún más cerca su calor.

I can't believe you anymoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora