Capítulo II - Abandono By Rachelle Villalinda

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_En la primera carta del globo, pregunto ¿quién me ama?, ojalá alguien me responda, porque yo ya no sé a quién recurrir en mi tristeza y mi soledad. A mis quince años esto hago, lanzar globos al aire con una carta que escribo, haciendo preguntas para ver si alguien las contesta, mi principal duda es ¿por qué me abandonaron?; sí, tengo familia pero, no es mi familia biológica, es mi familia adoptiva, y ahora me entero que soy acogida por estas personas que me ocultaron que yo era adoptada, no sé qué pensar, solo me hago siempre la misma pregunta ¿por qué?, y como no me la puedo responder, la lanzo al aire y ojalá algún día alguien la responda.
Mi nombre es Rachelle Villalinda, tengo 15 años, y vivo aquí en Mérida, mi familia es agradable, acogedora, tengo dos hermanos, Penélope es mi mamá y Aitor mi papá, los amo tanto y ellos a mí, es una bendición, nací en Valle Holanda, viajamos cada año allí, vamos a las colinas donde el sol reposa en la tardes, y la brisa de la mañana nos despierta, tomando fotos, corriendo y jugando, esa es la mejor parte de todo el año, lo que nos gusta hacer es lanzar globos al aire, pues es en las colinas, desde ahí puedes ver los bosques y la carreteras, es nuestro lugar favorito. Una tarde cualquiera, fui al colegio, al salir, un señor se acercó a mí, no sé como que ya me conocía desde antes, sabía mi nombre, me quedé sorprendida y me dijo:
_¡Hola, mi pequeña Rachelle!
_¡hola! - respondí
_¿qué no me recuerdas? - me dice
_¡perdón!, ¿ya nos habíamos conocido antes?
_¡no, Rachelle yo soy tu padre!
_¿por qué dice eso?
_tu mamá te abandonó recién nacida, y yo, pues me acusaron de robo e inocentemente me metieron a prisión durante 15 años, vengo a recuperar el tiempo perdido, mi amor, yo soy tu padre
_anonadada respondí: ¡lo siento!, yo tengo a mis papás conmigo, seguramente me confunde con alguien más, no puedo ayudarlo señor, ¡perdón, hasta luego!.
No sé que pasó, se quedó ahí, llorando amargamente, pero, yo también sentía que ya lo conocía, mi corazón presentía, aunque no lo haya visto en toda mi vida, sin embargo, me quedo con la curiosidad de saber si soy hija biológica o adoptiva, bueno yo sé que soy biológica, aunque sí lo investigaré.
Busco en los armarios y cajones de casa, dentro de mi cuarto, no encuentro nada, así que me fui para la habitación de mis papás y me faltaba un cajón por revisar, y hay unos papeles, que acreditaban que yo, soy hija legítima, aunque no biológica, en pocas palabras adoptiva, me siento engañada, triste, y estoy pensando en aquel señor, que tal si es verdad todo este asunto, tendré que hablar con mis padres, mientras tanto me dirijo a Valle Holanda, en una ruta, llevo un globo y una carta que dice: "¿por qué ocultan la verdad con mentiras, si ellas no son un buen camuflaje?", y lo lancé, lo vi hasta que se perdió en el horizonte, esperando a que algún día respondan la carta. Llegó la tarde y mis padres están aquí, en la sala tomando café y voy hacia allá, a hablar acerca de esos papeles, y cuando llegué les dije:
_¡Hola mamá, hola papá!, ¿cómo les fue hoy?
_¡bien mi amor!, ¿cómo ha estado tu día? - dijo mamá
_pues, bien, aunque...
_¿aunque qué? - pregunta papá
_hoy en el colegio, un señor se acercó a mí, no lo conocía, jamás lo había visto
_¿y qué te hizo? - dice mamá
_no, nada, simplemente me dijo ¡hola, mi pequeña Rachelle!
_¡qué extraño! - exclama papá
_ese señor me dijo que, que yo era su hija
_¿enserio?, ¡qué locura! - dijo papá nuevamente mientras veía a mamá de forma asustada
_bueno, ustedes saben que con esto miles de ideas cruzan en mi mente, como, soy adoptada o abandonada, o posiblemente fui robada de una familia, así que les pregunto, ¿hay algo que me están ocultando?
_creo que no estás en edad para saber y mucho menos para reclamarnos - dice papá
_mira, Rachelle, no te gustaría a ti que te pusieran en una situación difícil como esta, es así como nos sentimos tu papá y yo, y los dos pensamos que no estás preparada aún.
_o sea que, ¿me están dando las probabilidades de que sea cierto?, ¿de qué yo soy adoptada, abandonada?, ¿robada eh?, ¡díganme!, o yo misma buscaré las respuestas
_Rachelle, no estamos diciendo eso, solamente no estás lista aún, ¡entiende eso! - me responde papá
Me fui de la sala a mi habitación, llorando, lo que no sabían era que yo ya sabía que sí soy hija adoptada, al darme cuenta por esos papeles, y ahora me siento más triste, me dan probabilidades de que sea así, y solo recuerdo a ese señor de ojos alegres y melancólicos a la vez, queriendo amarme, y recuerdo esas palabras cuando me dijo, tu mamá te abandonó, me siento miserable, y como un producto erróneo, la equivocación mayor, ¿sí así es, por qué esa mujer que pudo ser mi madre, me abandonó, y por qué ese hombre no se quedó a mi lado?, me vengo a enterar de esto, y hasta empiezo a odiar y a rechazar a mis padres por habérmelo ocultado, no estoy segura de que sea cierto, pero tendré que hablar con mi mamá, ella es más sensible, mientras tanto solo lloro por la impotencia, necesito que alguien me auxilie; sintiendo ganas de abrazar a ese señor.
Esta noche aprovecharé para dialogar con mamá, pero, necesito tiempo para reflexionar, y me voy hacia la habitación, me la encuentro y le digo:
_mamá ¿está papá aquí?
_¡hija!, tu papá salió
_¡qué bueno!, quiero hablar contigo mamá, necesito hablar contigo, pero quiero que me hables con la verdad, te lo pido por favor, es acerca de, ¡que si soy adoptada!
_Rachelle, me duele mucho que te vengas a enterar de esto, y sí, talvez fuimos inconscientes, no sabíamos tu padre y yo las consecuencias que iba a traer esto, y si quieres saber la verdad, estás en todo tu derecho
_entonces, dime
_sí Rachelle, eres adoptada - me respondió llorando
_lo sabía, ¿por qué mamá?
_no estaba en nuestras manos, una noche íbamos tu padre y yo caminando por la acera, y vimos a la policía mientras se llevaban a un hombre detenido, en ese momento también vimos a una mujer, se veía extraña, y vimos como dejó algo en la basura, algo envuelto, lo dejó ahí y salió corriendo, así que fuimos a ver, en ese bote había una bebé; hermosa y lloraba, la recogimos y la trajimos a casa, decidimos adoptarla, tuvimos que tramitar papeles hasta que acreditaran que era nuestra hija y lo logramos, el hombre que llevaron detenido, era el papá de esa bebé, lo supimos porque un policía dijo que ese hombre, decía "la bebé, mi hija", ese hombre es tu padre, porque tú eras esa bebé en ese bote
_llorando le dije: ¡enserio, mamá perdóname, yo, he sido desconsiderada y no veo lo maravilloso que han sido papá y tú conmigo, sin ustedes no hubiese vivido ni logrado lo que ahora soy, los perdono por haberme ocultado esto, y les agradezco!, pero ahora necesito tiempo para mí y para reconciliarme con ese señor.
Me fui de ahí y me dirijo hacia mi recamara a pensar, llorar y ver la forma de buscar reconcilio con ellos y con ese señor, ni siquiera sé su nombre, lo buscaré y mientras tanto escribo una carta diciendo: "Ahora ya sé la verdad, pero, ¿qué hago si no la acepto, qué hago para aceptarla?", la iré a lanzar a Valle Holanda y de ahí tendré que buscar a ese señor en toda Mérida.
2:00 pm, me fui en un autobús como de costumbre, lancé el globo y estoy buscando a mi otro papá, me voy calle por calle, sin verlo, pido a Dios encontrarlo, ¿dónde estará?, me falta una calle, veo una silueta de un hombre en un café, creo que es él, me acerco a él, lo abracé llorando y él a mí, así que empezamos a platicar, él me dijo:
_cuando supe que tu mamá estaba embarazada, la fui a buscar, me enteré cuando ya tenía nueve meses, cuando la encontré ya habías nacido, y entonces ella me despreciaba, y a ti también, naciste un 22 de enero
_es verdad - respondí
_sonrió un momento y dijo: bueno, para ese entonces yo le pedía que me diera una oportunidad, para crear nuestra familia, yo trabajaba como obrero y ella pues en un comedor, una noche, me detuvieron por un delito que no cometí, esa noche iba a verte a ti y a ella, tu mamá me vió cuando me detenían y vi su rostro defraudado, y yo miré cuando te dejó en la basura, y huyó, yo gritaba ¡la bebé, mi hija!, y en ese momento supe que no te volvería a ver
_¡cómo lo siento! - le dije
_te creía muerta, desaparecida y cada noche en la cárcel era horrible para mí, ahora que salí, lo primero que hice era investigar donde podía encontrar a tu mamá, para saber si ella te tenía o sabía algo de ti, lo único que supe fue que ella murió, por un disparo, entonces tuve que indagar, y me dijeron que te había adoptado una familia, bueno, también sabía donde estudias, y por eso aquella vez te hablé tras que salías del colegio, y ahora, te tengo aquí, quiero tratar de vivir lo que me resta de vida contigo, que poco por cierto, poco tiempo
_¿por qué poco?, tenemos tanto, quiero saber más de ti
_quisiera tener mucho más tiempo, pero, tengo metástasis cerebral, o sea, un tumor en el cerebro
_¡qué! hay tratamientos sí - respondí asustada
_en realidad hija, esos tratamientos no me benefician mucho, mi tumor está muy avanzado, y en este poco tiempo estoy agradecido con Dios, por haberme permitido encontrarte, ahora lo que deseo es recuperarte
_¡ay papá, te amo!
Esa vez que me encontré con él, para mí fue el mejor día de mi vida, cuando me contó lo de mi mamá, pensé en el dolor, me rechazaba aquella mujer, me dejó en ese bote, arriesgándome a morir, lloré amargamente pensando en como fui abandonada, culpé a ese señor por no haberme buscado antes y ahora que lo sé todo, empiezo a comprender, hago mi próxima carta que dice: "gracias por la oportunidad, y ahora quiero el tiempo para él y para mí, aunque sea para tener recuerdos junto a él."
Ya han pasado cuatro meses, ya es junio, y el invierno regresa, y bueno, sostengo una linda relación con mi papá, y mis padres adoptivos pues, los convencí para traer a papá a casa con nosotros, muy pronto estará desahuciado, no quiero que sea así, y ahora tengo fotos, maravillosos momentos con él; una tarde fui al cuarto de él, ya estaba agonizando y en su cama, la últimas palabras fueron:
_¡hija mía!; te encontré ya hecha una linda señorita, recuerda que siempre te amaré, ¡perdóname! - me dijo
_con mis ojos llenos de tristeza le dije - ¡no papá, perdóname tú a mí!, me hubiese gustado haberte encontrado desde antes, y estos últimos meses fueron los más hermosos de mi vida, ¡yo también te amaré!.
Esa fue la última vez que hablé con él, fue bello, nos despedimos con un abrazo y un beso, lloré como nunca antes lo había hecho, y muchas de las veces que yo me sentía mal por lo que sufrí, cuando me dí la oportunidad de encontrarlo, supe en ese momento que mi vida retomaba sentido y estoy agradecida, después de su sepulcro, fuimos mi familia y yo, llevé tantos globos y copias de fotos en donde estabamos los dos, para lanzarlos en Valle Holanda, el último globo de ese día llevaba una foto tan especial para mí, salía él, sonriendo y abrazándome, y además llevaba una carta diciendo: "te amo, hasta el cielo",
ese día prometí ir cada año para esa fecha a lanzar un globo con una carta, un globo para él.
Cuando las personas se enteran, de que han sido abandonadas, sobretodo los niños, es algo decepcionante, sientes que el mundo no te comprende, solo te deja ahí, en mi caso, fui afortunada porque me encontré una familia que me adoptó en ese momento tan frío, y me dí la dicha de conocer a esa persona que siempre me amó, algunas personas no son tan afortunadas como yo, crecen en un entorno duro y hostil, doloroso y mísero, pero a pesar de eso, han sido las personas más fuertes que jamás he conocido, logran enfrentar una sociedad cruel, y lloran, sufren, pero ellos no, no se dan por vencidos, lanzaré globos para ellos también.

17 de julio 2020, alguien me busca dice mamá Penélope, no lo conoce y creo que tampoco yo, lo paso a tomar café, un chico delgado de cabello negro, me propone contar mi historia, ¡absolutamente dije que sí!, lo haré, esto es por papá, y por mí.
Me llamo Rachelle Villalinda, soy una chica que en su momento de dolor, Dios, me dió la oportunidad de transformarlo en comprensión y amor...

En el Corazón de Cada Quién Donde viven las historias. Descúbrelo ahora