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La situación había superado a Kris, y no solo a nivel mental, sino también físico, la luz que percibían sus ojos se desvaneció desde los bordes hasta el centro dando paso a la total oscuridad, sus piernas cedieron ante la gravedad, pesar y cansancio luego de escuchar las palabras de Leo, SuHo reacciono rápido y se movió en el preciso momento en que Kris se desvanecía de espaldas, se apresuró a sujetarle la cabeza para evitar que se golpeara y en el proceso soltó el celular. Leo al otro lado de la línea escucho movimientos, seguido de un claro grito pidiendo ayuda que le dejo pasmado, escucho movimiento y a gente hablar pero no logro entender que decían.

-¿Leo? ¿Sigues ahí?- SuHo volvió a tomar el teléfono cuando la chica de la caseta salió junto con un par de chicos al escuchar su grito de ayuda y le fueron a socorrer.

-Si, ¿sucedió algo?- preguntó mientras se sentaba en el sofá de su departamento. SuHo soltó un suspiro tembloroso.

- Kris se acaba de desmayar- los ojos de Leo se abrieron en asombro y agradeció el haberse sentado segundos antes de escuchar la noticia.- Lo llevaré al hospital- la voz de SuHo se escuchó lejana junto con sonidos de movimiento.- Quiero pedirte un favor- Leo prestó atención a las palabras de SuHo por sobre otras voces que se escuchaban.

-Dime- no demoro en contestar.

-Quédate con MinKi por hoy- una parte de Leo supuso que de eso se trataba ya que resultaba imposible que Kris fuera por el niño si acababa de desmayarse.

-No hay problema- dijo y miro por el pasillo que daba hacia los cuartos del departamento, dentro de uno de ellos, dormía un niño, ajeno a la nueva parte que se sumaba a su pesadilla, que había comenzado cuando uno de sus padres murió.- Estoy libre por el resto de la semana, puedo quedarme con el todo ese tiempo si lo desean- ofreció sin pensarlo mucho, podría parecer que su oferta estaba hecha con la intención de ayudar a Kris, y no era un error, quería ayudar a MinKi, quería hacer todo a su alcance para que esa pesadilla que vivía fuera más llevadera y también quería ayudar a Wu, que aunque parecía ser el antagonista de todo ello, también lo estaba pasando mal.

Otro suspiro en la línea, esta vez temblaba menos.

-Gracias, te llamare más tarde para confirmarte- la voz de SuHo se vio interferida por una sirena de ambulancia y sin más corto.

Leo bajo el brazo con el celular con lentitud, aún un poco aturdido por lo que le había dicho el amigo de Kris, se había desmayado, ¿Qué tan mal tendría que estar para llegar a ese extremo?, Leo no quería saber, él también se sentía mal por todo aquello, había terminado siendo un mal tercio en una relación y el sujeto de confianza de un niño que estaba roto. Desde la muerte de Tao tenía muchas ganas de llorar y un nudo en el pecho que con la sola aparición de un recuerdo de Tao parecía crecer y apretarse; dejo el teléfono en el sillón, se inclinó un poco hacia adelante y apoyo sus codos en sus muslos para luego con sus manos cubrir su rostro, sus ojos que presentaban fugas, su nariz que se ponía roja y sus labios que eran mordidos por sí mismo para no dejar salir un sollozo que pudiese perturbar el sueño del niño en el cuarto.

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La chica de la caseta había actuado con rapidez junto a sus acompañantes, mientras SuHo hablaba por celular uno de los chicos se encargó de darle primeros auxilios al señor Wu que se había vuelto blanco cual papel, DaHyun mandó a JungKook por la camilla de emergencias mientras ella sostenía la cabeza de Kris, buscando alguna herida en ella, TaeHyung reviso su pulso en su muñeca, era lento, casi no lo notaba, así que cambio de lugar y se lo tomo en el cuello logrando sentir un poco más de su presencia.

-¿Heridas?- le preguntó TaeHyung mientras miraba hacia la puerta de la caseta en el justo momento que JungKook salía con la camilla anaranjada en una mano.

Te Odio. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora